Al parecer Mark había olvidado que al día siguiente cumplían la primera semana de novios. Mark ya es un tipo grande dentro de algunos términos y Penny tan pequeña, frágil pero tan fuerte a la vez. Penny no se opuso a que el chico no la viniese a ver el día próximo.
Amy, su amiga ya se había enterado de que él y ella estaban juntos, y como siempre tan curiosa quiso saber algunos detalles.
-Querida ¿que tal si me cuentas cómo vas con tu amor? -dijo cruzando sus piernas con sutileza.
-¿Qué quieres saber? -Penny también cruzó sus piernas mientras que reía, tratando de imitar a su amiga, en forma de burla.
-Oye, tú sabes. Vamos adelante te escucho como fue... -Amy trataba de alcanzar un cojín que se encontraba en el sillón de al lado-.
-Espera, espera, sé por donde vienes y no, si quieres saber si hemos estado juntos pues, no. -la chica dejó de estirar su mano para tratar de alcanzar el almohadón.
-Es broma, ¿verdad? -Penny negó con la cabeza mientras que su amiga había quedado con su boca abierta- ¿Pero por qué razón? ¿Él no está preparado? Oye pensaba que era un tipo ganador, por lo que me has contado.
-Bueno, no es por eso básicamente. Soy yo la que no está preparada. -Penny bajó su mirada para poner su atención en sus manos que se enredaban gracias a ella, inclinándose hacia adelante apoyando sus codos en sus piernas.
-Ay Penny Adkins, tú si que eres complicada. ¿Qué sucede contigo? -Amy se levantó de su asiento para dirigirse hacia donde estaba su amiga- No digo que no haber estado aún con él es un delito pero, ¿cómo pretendes estar con una persona de esa forma? -Amy se hincó frente a Penny tomando sus manos con delicadeza- Sabes que yo bromeo contigo, pero tu sabes como son los hombres.
"Tú sabes como son los hombres", era eso. Esas palabras dejaron sin aliento y por cierto, llena de interrogantes.
Penny con 18 años, todavía adolescente se había entregado a una sola persona, confiando en ella como confiaba en nadie. Le entregó cada segundo del tiempo en el que permanecieron juntos. La chica, era como las pocas personas que quedan hoy en día, de esas que aman hasta lo último, de las que dan todo sin importar nada. Fue tanto así que cuando se dio cuenta de que ya no funcionaba, no tenía a nadie más a su lado.
Londres, que bella ciudad. Tan nítida, y tan hermosa. Con un estado de pureza y de historia que acarreaba desde siglos, hacía que las calles tomaran una particular sensación como en ningún otro lugar. Esas calles un tanto húmedas por varios días de llovizna, su infraestructura, sus restaurantes, el olor a café y el intenso aroma a té jugaban un papel casi primordial en la creación de una mezcla de sensaciones.
El río. A su costado uno de los tantos bancos existentes en ese lugar, allí estaba Penny, sola.
Ese banco en donde podía encontrarse con nadie, sólo con esos factores listos para crear un ambiente agradable para ella. Ese banco, en él había llorado de felicidad y otras veces sin un porqué, iba siempre que lo necesitaba, se había vuelto casi un ritual para ella.
En un momento determinado recordó cuando era pequeña, solía visitar aquellos lugares con su madre, recordó cuando ella se dejaba llevar por el viento, mientras que su pelo estaba delante de su rostro jugando también con la brisa. Su recuerdo se borró bruscamente.
No podía asimilar la razón de porque estaba allí, no quería aceptar que estuviera emocionalmente mal. Parecía que su lado malo y el bueno discutían por ella.
"¿Como debo retener a un hombre quiso decirme?, Penny, mira quien te habla. Amy, la que no puede mantener a salvo su matrimonio. Por Dios no le hagas caso. ¿A caso está en condiciones de decirte que hacer?"
"Quizás deba de ocuparme más de mi apariencia, dejar atrás a Freed, superarlo. Pedirle ayuda a Mark, a que me ayude a acercarme más a él".
Penny quería parar de pensar en estas y otras cosas más, pero era su realidad. No es una historia Penny, reacciona, es la más pura realidad, la tuya. Pero era tan estúpido pensar en la situación que se encontraba, su problema era que no sabía si tener sexo con Mark, había estado con un solo hombre. La chica estaba asustada y eso era todo.
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Nuestra historia también es tuya.
RomantikSe narra el romance de Penny y Mark, hasta que llega a sus vidas Adele, la persona que va a iluminar la vida de Penny y viene para bendecirnos con su voz. Pero para esto, tienen que suceder varias cosas.