Penny decidió volver a su casa, sabía que no había otro lugar en donde pudiera tomar un buen tazón de té para distraerse y así dejar de pensar en lo que le estaba sucediendo. Su casa era tan acogedora que daba gusto entrar en ella, más allá del desorden que tenía la chica. Aunque se podría decir que con la llegada de Mark, esto había mejorado un poco. Penny quería siempre mantener el orden para dejar cierto dejo de elegancia cuando entrara su novio.
Las noches en la ciudad eran realmente frías, se podía sentir el frío al salir por las calles, mientras que el frío se cuajaba en los huesos de cada persona.
-¡Maldición!-dijo Penny mientras se cubría con una pequeña toalla de mano.-¿qué haces aquí?
-E.. es..espera, quise darte una sorpresa.
-Tápate, no quiero que me veas. ¡Date la vuelta Mark Evans!
-está bien,pero cálmate por favor, discúlpame. -se puso de espaldas mientras que reía tapándose con su mano parte del rostro dejando un pequeño espacio entre dedo y dedo para poder observar.
-Me estaba duchando, ¿por qué no dijiste que vendrías? -Penny miraba la cintura de Mark mientras que se apresuraba a vestirse. -Amor, que no mires te digo-.
-Bueno, es que se me va la vista... -Mark amagaba para dar un giro de 180°.
-Si, claaro, entiendo. -terminó de ponerse un sweater que le quedaba inmenso, sin terminar de ponerse el calcetín- ya está, tonto.
-¿qué es eso de tonto? -Mark se abalanzó encima de Penny haciéndole cosquillas mientras que le robaba algún que otro beso- qué bien hueles linda...
-¿si? Tú tam... -Mark selló los labios de Penny con los de él.. Dejándose caer en el sillón, la chica continúo el beso-.
Se encontraban allí, en aquel sofá color marrón opaco, Mark la enamoraba cada segundo, era el tipo de hombre que ella buscaba. Su sonrisa y su forma de tratarla hacían que Penny se sintiera bien a su lado.
El chico cargó a Penny en sus brazos, aquella muchacha insegura se había ido para dejar que todo lo que tuviera que suceder sucediera.
"te amo"fue todo lo que susurró Penny antes de que el chico cayera junto a ella sobre la cama.
-Estás temblando- Penny no respondió. Con su dedo índice recorrió la línea del perfil de Penny -Aquí terminará el frío linda, confía en mí, no tendrás más frío-.
En un encuentro íntimo entre el amor y dos cuerpos solo se pueden decir frases de esas, las que repiten los amantes y las que han persistido en los siglos.
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Nuestra historia también es tuya.
RomanceSe narra el romance de Penny y Mark, hasta que llega a sus vidas Adele, la persona que va a iluminar la vida de Penny y viene para bendecirnos con su voz. Pero para esto, tienen que suceder varias cosas.