Capítulo 7

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Un grito desgarrador resonó en la habitación de Kit. Era un grito infantil, lleno de miedo y angustia. Kit se despertó de un salto, confundida y alerta. Miró alrededor de su cuarto, buscando la fuente del grito. Entonces, vio a Hanna retorciéndose en su cama, su pequeño cuerpo sacudido por una pesadilla.

El corazón de Kit se encogió de preocupación. Sin dudarlo, se levantó de la cama y se acercó a Hanna. La niña estaba empapada en sudor y temblando. Kit gentilmente la sacó de la pesadilla, tomando su mano y susurrándole palabras tranquilizadoras. Hanna abrió los ojos, sus ojos grises llenos de terror, pero al ver a Kit a su lado, una chispa de reconocimiento y alivio cruzó su mirada.

-Todo está bien, pequeña. Solo fue una pesadilla -susurró Kit, acariciando su cabello castaño ligeramente ondulado. Hanna se aferró a ella con fuerza, como si Kit fuera su ancla en medio de la tormenta.

Las pesadillas de Hanna se habían vuelto menos frecuentes desde el incidente en el centro médico. La niña parecía traumatizada por lo que había presenciado o quizas habia algo mas. Kit se sentó en la cama, sosteniendo a Hanna en sus brazos mientras la meció suavemente. La habitación estaba a oscuras, solo la tenue luz de la luna se filtraba por las cortinas, creando un ambiente tranquilo y sereno.

Los sonidos de la noche llegaban desde el exterior: el ulular lejano de un búho, el susurro del viento en los árboles y el suave zumbido de los grillos. Kit esperó pacientemente a que Hanna se calmara, sintiendo cómo su propio corazón latía al ritmo del de la niña. Con el tiempo, los sollozos de Hanna se volvieron menos intensos, y su agarre en Kit se relajó.

-Gracias -murmuró Hanna, su voz aún temblorosa.

Kit le dio un suave beso en la frente. -Siempre estaré aquí para protegerte, Hanna. Puedes dormir tranquila.

La niña asintió y cerró los ojos nuevamente. Kit continuó meciéndola, envuelta en una sensación de ternura y protección. Las pesadillas de Hanna eran un recordatorio constante de lo vulnerables que eran, pero también fortalecían el lazo especial que había surgido entre ellas. Kit estaba decidida a ser la protectora de Hanna, y esa noche, mientras la niña volvía a sumirse en un sueño reparador, Kit susurró una promesa en la oscuridad de la habitación: "Nada te hará daño mientras yo esté aquí".

Kit esperó con paciencia hasta que Hanna, finalmente, volvió a sumergirse en un sueño tranquilo. Con ternura, la depositó con suavidad en la cama, asegurándose de que estuviera cómoda y segura. Observó a la niña por un momento, admirando su inocencia y fragilidad en medio del mundo complicado en el que se encontraban. Hanna merecía un refugio seguro, y Kit estaba decidida a proporcionárselo. Miro a su alrededor y vio que su apartamento, a medida que los días pasaban, había experimentado una transformación. Antes frío y despersonalizado, ahora exudaba calidez y confort. Las paredes habían sido adornadas con cuadros coloridos, y cortinas que dejaban entrar la luz del sol. En el salón, un suave tapete cubría el suelo de baldosas, y los muebles de cuero habían sido reemplazados por sofás cómodos y acogedores. La iluminación suave contribuía a crear una atmósfera relajante, y el ambiente general estaba lleno de toques personales que mostraban la evolución de Kit. Ella había creado un espacio que reflejaba su nueva conexión con las especies y su compromiso con Hanna. Era un apartamento que, al igual que Kit misma, había pasado de ser un lugar frío y solitario a convertirse en un hogar cálido y acogedor.

Unos suaves golpes en la puerta la hicieron levantarse de la cama, tapo a Hanna y salio del dormitorio. Mabel había entrado en su apartamento, y parecía asustada, se froto los brazos desnudos antes de hablar.

-¿Otra pesadilla?- Kit asintió cogiendo una bata, se acerco a Mabel y se la tendió- Gracias.

-Cada vez tiene menos- Mabel se acerco a la encimera para servirse un café- pero despierta tan aterrada, no se que hacer- confeso la hembra- cuando despierta es como si una mitad de ella se hubiera perdido y lo peor es que al día siguiente ni se acuerda.

Kit y Mabel se encontraban en la cocina, un rincón acogedor del apartamento de Kit. El aroma del café recién preparado impregnaba el aire, añadiendo un toque reconfortante al ambiente. La cocina estaba decorada con colores suaves y cálidos, con una mesa de madera y sillas a juego . Los armarios estaban llenos de utensilios de cocina y una variedad de alimentos, mostrando que Kit había aprendido a cocinar para sí misma y Hanna. Mabel sirvió una taza de café para Kit antes de expresar su preocupación.

-Seguimos intentando encontrar a la verdadera profesora- dijo ofreciendole azucar- hemos conseguido devolver a todos los niños a los parientes mas cercanos pero Hanna- callo mirando hacia la habitacion- parece que no existe.

-Lo se- murmuro Kit dando un sorbo al café- he estado buscando algo que explique su timidez- Mabel se acerco a la pantalla del ordenador.

-Síndrome de asperger- leyó la pequeña hembra- El síndrome de Asperger se caracteriza por la presencia de interacciones sociales deficientes o inadecuadas, obsesiones, patrones del habla extraños y otras peculiaridades o rarezas características- continuo Mabel- pueden también implicarse en rutinas obsesivas y presentar una sensibilidad inusual a los estímulos sensoriales- paro mirando a Kit- eso explicaría el terror que tiene ante el silbato.

-Lo explicaría- Kit giro el ordenador- me preocupa no ser lo que ella necesite- Mabel le acaricio la espalda-¿Y si su verdadera familia la esta buscando?¿Y si no son peligrosos como yo?

-No eres peligrosa Kit.

-Lo soy- corto - He estado actuando de manera agresiva desde que nos liberaron, he sido cruel y mala con mi propia familia y como consecuencia la mitad de los machos me odian y la otra mitad creen que tengo la lepra.

-No es verdad y no podemos contraer enfermedades- Kit alzo la ceja y negó con la cabeza- Kit, nadie te odia, están un poco resentidos pero se les pasara.

-Me gustaría creerte- Mabel cerro el ordenador.

-Ve ha descansar, medio zumbie no sirves para nada.

-Zombie- le corrigio la hembra levantándose- Gracias Mabel.

Kit se tumbo silenciosamente en su cama, abrazando a Hanna como si fuera un escudo contra sus propios miedos y conflictos internos. La habitación estaba sumida en una suave penumbra, con la luz de la luna filtrándose a través de las cortinas semiabiertas. El entorno de la cama estaba salpicado de peluches y muñecos que Hanna había traído consigo. La niña se acurrucó contra el pecho de Kit, buscando consuelo y seguridad en su abrazo. Cerrando los ojos, Kit suspiró, luchando con sus pensamientos y temores, deseando poder confiar en su propia transformación y en su relación con Hanna. Sin embargo, el hecho de que Hanna confiara en ella, incluso después de las pesadillas, le brindaba una chispa de esperanza en medio de la oscuridad que la rodeaba.

Kit y Hanna descansaban juntas en la cama, y Kit podía escuchar a Mabel en la cocina, ordenando las cosas y preparándose para salir del apartamento. Los suaves sonidos del cierre de puertas y el murmullo distante del edificio la rodeaban. Kit reflexionó sobre su situación, sobre la fragilidad de la niña que tenía en sus brazos y sobre las tormentas que asolaban su propio interior. Poco a poco, con la calidez reconfortante de Hanna en sus brazos, Kit se dejó llevar por el sueño y se sumió en la oscuridad de la noche, esperando que los demonios de su pasado la dejaran descansar, al menos por un tiempo.


2. Kit fanfic nuevas especies (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora