-¡¿Me extrañaste!?- Grité al tan solo ver a Eiden.
¡Vaya casualidad! -Exclamó-, ¡Pensé que ya te habían raptado! - Grito también.
-¡Ya!, ¡Por díos!, dí que me extrañas Eiden.- Hable mientras me burlaba.
-Ni en tus mejores días, Adam.- Sonrió.
Entonces me di cuenta de que a cualquiera podía engañar con tan solo poner su linda sonrísa.
👻
ESTÁS LEYENDO
Cuando Las Luces De La Ciudad Se Apagan
Short StorySiempre camino a la misma hora de la media noche, no sé, quizá es una mala costumbre mía, o tal vez era solo para poder verla... || Precuela ya en mi perfil, "Tu eres el deseo de mi estrella fugaz" || ©Cuando las luces de la ciudad se apagan. Beth-R...