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Mis días cuentan, cómo un reloj haciendo Tic, Tac.

Un día de desasosiego llego en él momento precisó, una mujer se acerco, vio en mi un dolor hundido, vio en mi lo que una ves tu presencia me hizo sentir.

Vio en mi una verdadera sonrisa después de un largo tiempo, vio en mi lo que yo había perdido ya hace tiempo, reparo en mi mis sueños y desdichas, un lugar en mi pequeño y hundido pecho, se situó en mí sin algún remordimiento, vino sin ninguna pena o alivio, vino a mi y me salvo de aquél abismó.

Cuando Las Luces De La Ciudad Se ApaganDonde viven las historias. Descúbrelo ahora