Hey, mejor amigo.
Al final resultó que no me deshice de todo lo que te involucraba a ti.
Me di cuenta de ello cuando encontré en mi casillero el último paquete de cigarrillos que había estado guardando.
Ha sido algo difícil dejarlo, pero cada vez lograba estar más días sin tener la necesidad de fumar. Andrea me recomendó suplirlos con café, lo que ayudó si, pero me causó una exagerada obsesión con las cafeterías.
De cualquier modo, planeaba tirar la caja cuando la vi. Esa foto nuestra del primer día de escuela.
Detesto decir que sonreí al ver tu sonrisa junto a la mía.
No era tan fácil superarte después de todo, pero aún así estaba decidido a hacerlo.
Por eso no lamenté haberla tomado junto a los cigarrillos mientras me dirigía al bote de basura.
Tú estabas allí, fumando otra vez mientras mandabas al diablo todas las veces que me gritaste por sostener un cigarrillo.
Podía tolerarte siendo imbécil, pero lo de hipócrita me enfadaba de un modo especial.
Arrojé lo que llevaba justo frente a tu mirada sorprendida y perpleja.
Pero yo no te presté atención. Es más, ni siquiera vi hacia ti cuando me fui de aquel lugar.
¿No es algo irónico? ¿Pasar de ignorar a ser ignorado?
Chris.
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Hey, mejor amigo
Short Story"Es difícil amar a tu mejor amigo, pero perderlo es mucho peor".