Hey, mejor amigo

Treinta y nueve

Hey, mejor amigo.

Solía preguntarme mucho por qué te habías alejado de mí. E incluso ahora creo que aún no lo comprendo.

Pero me he dado cuenta de algo, y es que no importa.

Tu decidiste alejarte de mí y yo elegí seguir con mi vida.

Y no me arrepiento de ello.

Pero cuando me ves de ese modo, como si quisieras decirme algo desde hace mucho tiempo, me haces dudar de mis decisiones.

Y te odio por eso.

Fue así esta tarde cuando pasé junto a tus amigos en el pasillo. Estaban hablando de algo pero se callaron al verme y tú, tú solo te quedaste mirándome.

Me avergüenza decir que sentí algo extraño cuando vi tus oscuros ojos.

Algo extraño pero... cálido.

¿Será que en el fondo aún hay una parte de mi que te extraña?

No, no puede ser. Solo debe ser lástima.

Después de todo, cuando vi tus ojos no vi indiferencia como antes había visto.

Lo que vi fue tristeza.

Chris.

PD: Recién pienso en ello, pero ¿por qué se habrán callado esos gorilas al verme?