Taste it [Namjin]

Quinto plato

[Jin]

Lo peor era la universidad. Todo eran murmullos y risas de fondo, las cuales no tardaban en ser acalladas por mi grupo de amigos y conocidos. Muchos de mis compañeros eran conscientes de mis indudables habilidades culinarias, y a pesar de haber visto el concurso, entendían perfectamente que fue un mal día.

Pero para mi desgracia, había otros muchos que no me conocían, y precisamente por eso, opinaban sin saber. A penas llevaba unas semanas, y ya hasta me habían fotografiado por los pasillos.

" ¿No querías fama? Pues aquí tienes tu fama "

Mentiría si dijera que en un principio no me atrajo la idea de salir en la tele, de ser conocido en el campus y convertirme en el nuevo tema del que hablar. ¡Pero definitivamente esto no era a lo que me refería! Cuando quise popularidad y renombre, nunca imaginé que pudiera llegar a tenerla en el mal sentido, jamás pensé que pudiera llegar a meter la pata en directo de esa forma. Y por culpa de mi orgullo, ahora me tocaba sufrir las consecuencias de mis actos.

- ¡Vuelve a hacer una foto y te parto el móvil en la frente!

- Déjalo Jinwoo, no me importa.

- Deberías cobrar por cada fotografía que te toman –declaró el rubio molesto, propinándoles una última mirada amenazante al grupo de chicos que acaban de hacerme una foto con muy poco disimulo.

Jinwoo, o JinJin, como a veces solíamos llamarle, era uno de los amigos que tenía en el campus y de los que peor se tomaban el tema este de mi reciente pasada por el programa. En ocasiones, la situación parecía molestarle más a él, que a mí.

- Lo que deberías hacer es hablar con el director y que les sancionen –alegó Eunwoo, el único coherente del grupo. – Están violando tu privacidad.

- Da igual, chicos, en serio –suspiré intentando creerme yo mismo lo que acababa de decir, pues aunque me costara admitirlo, la repercusión social comenzaba a echárseme sobre los hombros de tal forma que seguramente no podría sostenerla demasiado tiempo. – Además, seguro que salgo guapo en las fotos.

- Seguro que sí –me reconfortó el más alto del grupo, rodeándome por los hombros y estrechándome amistosamente hacia él, sonriendo encantadoramente al tiempo que lo hacía.

De todos, él era con quien me sentía más cómodo, obviamente excluyendo a Jungkook y Taehyung, ya que esos trastos eran como mis hermanos pequeños. Sonreí, ahora más reconfortado, y me dejé abrazar por él al tiempo que recargaba mi cabeza en su hombro.

- A veces no sé cuál de los dos desprende más aura maternal –soltó Jinwoo rodando los ojos y haciéndose un hueco entre medias nuestro. Ambos reímos y le abrazamos, apretujándole con tanto fuerza hasta que empezó a refunfuñar.

- Obviamente yo –respondí sonriente.

- Exacto, Jin es la mamá oficial.

- Eunwoo sería el padre –seguí explicando.

- ¿Y yo qué? ¿El hijo?

- Tú el perro.

Seguidamente estallamos en risas, disfrutando de cómo el rubio se enfurruñaba y soltaba varios insultos antes de coger el móvil, gritar en alto que se iba a buscar a Sanha ya que él no le trata como un perro, y marcharse dejándonos solos. Eunwoo y yo seguimos caminando por el campus hasta llegar a la cafetería, donde tomamos algo aprovechando que ya habían acabado las clases. Estuvimos conversando acerca de nimiedades, cotilleos y demás temas que pronto desaparecerían de nuestra mente, pues el caso era pasar el rato y disfrutar de los bollos de crema que habíamos pedido.

- Te lo prometo, es un estúpido pretencioso.

- Es guapo.

- Es idiota.

- Es famoso.

- Es idiota multiplicado por infinito. Y encima por su culpa me eliminaron.

- Oh cierto –Eunwoo sonrió, sin compartir del todo mi desagrado hacia el rubio idiota, persona a la que inconscientemente había terminando derivando la conversación. – Te puso nervioso.

- Exactamente.

- ...

- ¿Qué pas... ¡ah, no! ¡No me mires así!

- No te miro de ninguna forma.

- No es lo que piensas, estúpido. Me puso nervioso porque es idiota y pensé que iba a mandarme directo a eliminatoria y joderme el concurso.

- Sin embargo luego fue el único que votó a tu favor.

- No me lo recuerdes –respondí abatido, rodando los ojos al recordar el momento de la decisión del jurado, aquel en el que NamJoon me respaldó con un simple "Simplemente me gusta", dejando en claro la poca idea que tenía de cocina, pues nadie en su sano juicio me habría intentado salvar después de toda la que armé. – Eso es lo que más me molesta.

- Quizás no es tan malo como piensas.

- Si yo no digo que sea malo, tan solo aseguro que es un imbécil, solo eso.

- ¿Por qué intentó ligarte?

- Y porque sus amigos son idiotas, como él.

- ...

- ¡En serio, uno le tocó el culo a Jungkook!

- ¿Qué?

- Eso mismo. Son todos unos pervertidos.

- ...

- En serio, hazme caso. Habría sido mejor no haberlos conocido.

- Si tú lo dices...

Consideré su suspiro como una victoria para mi persona. Namjoon era un arrogante estúpido y yo tenía razón. Luego de haberme desahogado se supone que debería sentirme más ligero, más relajado, pero por algún motivo solo me sentía más frustrado y mi odio hacia el rubio parecía ir en aumento. Era pensar en él y arrepentirme de no haberle pegado cuando tuve la oportunidad.

¿Odio irracional era como le llamaban?

No tenía idea, pero había llegado a un punto en el que solo su nombre me enfadaba, olvidando hasta los motivos que me hacían guardarle rencor. Quizás, simplemente era una de esas personas que no soportas, que desde un primer momento no te entran y jamás llegas a conectar con ellas. Quizás Namjoon era mi enemigo de por vida.