Vigesimoprimer plato

32.1K 4.5K 1.1K
                                    


[Namjoon]

Pensaba que iba a dejarme, o quitarme de puesto de prueba, o cortar lo que tuviéramos aunque ni siquiera supiera exactamente que era, simplemente creía que iba a irse, y yo me arrepentía con todo mi ser de haberlo hecho.

No me habría costado nada mentir, habría sido igual de fácil que decir mi nombre. Él no se merecía la verdad, había sido un error y no tenía porque enterarse, no tenía porque sufrir las consecuencias. Pero fui estúpido, seguí su consejo y dije la verdad.

- Mi voto va a Mina.

Sí. Eso fue lo que murmuré con total vergüenza, incapaz de sostener la mirada al mejor cocinero que mis ojos habían presenciado, a aquel que había presentado un plato con mucho menor nivel que en otras ocasiones. Él me había pedido que fuera neutral, que le juzgase como a cualquier otro, y cada vez me sentía más inseguro por haberle hecho caso.

Mientras le esperaba a la salida, con el segundo cigarro entre mis labios y el humo de la anterior calada aún rodeándome, no podía dejar de pensar en cómo sería todo a partir de ahora.

¿Me tendría que acostar con otros chicos? Podría hacerlo, sería libre en cierto modo, pero es que el problema era que ya no me interesaba, de hecho hasta parecía haberme acostumbrado a mi abstinencia –ya no tan abstinencia– sexual. Tampoco podría besarle o tocarle, o abrazarle mientras caminábamos, o apoyar mi barbilla en su hombro cuando le viera hablando con una persona. No podría jugar con él delante del público del programa, concretamente un grupo de chicas que gritaban emocionadas cada vez que siquiera yo rozaba al castaño. Ya no iría más a su casa o dormiríamos juntos, ya no tendría la oportunidad de volver a verle borracho o de hacerlo con él sobre la lavadora en marcha.

Definitivamente me arrastraría pidiendo su perdón si hacía falta, pues no estaba dispuesto a perder todo eso por un estúpido concurso, aunque fuera el mismo el causante de mi actual felicidad.

- ¿Me dejas en la universidad? –tosí sorprendido por su inesperada aparición, echando cortas bocanadas de humo y soltando el cigarro de inmediato al suelo, siendo consciente de lo poco que le gustaba ese vicio a Jin.

- ¿E-eh?

- Que me puedes llevar antes al campus. Necesito recoger unos apuntes para los exámenes del mes que viene.

- O-oh, claro, como quieras.

Caminé en silencio hasta el coche, nervioso como si con cada segundo que pasaba estuviera más cerca de la muerte, impaciente y a la vez deseoso de que nunca llegaran las palabras que tanto temía.

- Namjoon –me giré sobresaltado hacia el mayor, quien me miraba con una extraña mueca en su rostro. – ¿Arrancas ya o conduzco yo?

- Perdón, y-ya voy...

Mierda, era penoso. La estaba cagando, la estaba estropeando de tantas maneras diferentes que si no me dejaba por no haberlo votado en el programa, lo haría por la vergüenza que sentía de mí.

Ninguno dijo nada en todo el trayecto, yo exageradamente pendiente de la carretera, o al menos en apariencia, pues realmente estaba con todos mis sentidos puestos en cada detalle del castaño, cualquier ligero indicio que pudiera conllevar a la catástrofe. Él en cambio iba pendiente del móvil, totalmente tranquilo.

¿Tranquilo? Cierto, eso era extraño. Había pasado esta ronda, acercándose más a la seminifinal, eso era cierto, pero también era verdad que en esta ocasión estuvo a un pie de perder. Si no hubiera sido por el concursante que confundió dos especias y dejó un horrible sabor a su caldo, Jin hubiera sido el eliminado. El Jin que yo conocía estaría muerto de nervios en este momento, lamentándose de cada error cometido y con una inseguridad que le obligaría a pasarse toda la noche ensayando y ensayando hasta rozar la perfección, no tranquilamente recostado en el asiento, sonriendo a un estúpido video de bebés en la pantalla del móvil.

Taste it [Namjin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora