Sueños utópicos

Detener al tiempo

En ocasiones vibra el alma, por injusticias, por enfermiza osadía o por designios en corazones de piedra. Pues eso es lo que esperan las altas esferas.

Todo incierto...

Nada perfecto...

Sentimientos que yacen tendidos en cementerios de palabras, pues qué triste los que engañan con saña, con melodiosos vocablos que de ilusiones se nutren y como el éter se diluyen...

Gigantescas esferas, inalcanzables como estrellas... Un velo las cubre, pues vergüenza se haya en ellas...

Me gustaría gritar y que en cada rincón del mundo resonaran las palabras, que el silencio reinara y que todo el mundo frenara, se miraran, siendo conscientes de cada sonido, de cada mota de polvo que se balancea entre cada uno de nosotros. Que por unos segundos nada importara...

Que las palabras rebotaran en cada instante congelado, que las personas se vieran como lo que son, unos seres que ya son perfectos, que han viajado a la Tierra para sentir, experimentar y soñar...

Me gustaría gritar como un día se escuchó "Libertad", si bien, aún no conozco el mensaje.

Estas líneas son para el que siente y no grita, para el que llora sentimientos y piensa colores, para todos nosotros, que somos especiales.

Porque vivir, amar, respetar, educar, volver a amar, volver a vivir, es por lo que estamos aquí... Para abrazarnos sin tocarnos, para besarnos sin amarnos, para compartir una caricia y sollozar alegría, y creer en las oportunidades de crecer, envejecer y enloquecer...

A pesar de aquellos días oscuros... Pues los rayos de sol resplandecen más en la oscuridad para que no caigan en el olvido los impedimentos de la existencia, obstáculos que nos dan una excusa para saltar o para mirar atrás...

Por eso sueño con lo imposible... Detener al tiempo, interrumpir su función...

Lo increíble de invertir lo establecido es ser consciente de lo que un segundo significa, pues conocemos la fugacidad del tiempo y aun así nos sigue sorprendiendo... Un sí quiero, o... Un ha muerto...

Me gustaría restar tiempo, y crear momentos, y que esa arena que roza mis pies desaparezca haciendo que el reloj que la deja caer se parta en dos... y en ese momento mirarnos y escuchar al viento que nos mece y las miradas que nos estremecen...

Pues estamos aquí, en el mismo instante en que todo desaparece o se engrandece. Siendo protagonistas de un gran director, el Tiempo... que es eterno...