Reflexión*

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"Flotando..."

Durante la vida hemos de luchar en aguas menos rápidas y más pantanosas, contra corrientes que pretenden desviarnos de nuestras tormentas... Y que a veces la calma, en estas preciosas aguas que son la vida, no es algo bueno. Existen cambios. Cambios que nos hacen palpitar, y latidos que nos hacen crecer y sonreír, aunque al principio supongan sentirnos ahogar.

Por esto, a pesar de todo, debemos de saber cuándo flotar y cuando nadar.

Porque un latido a contra tiempo a veces supone un cambio perfecto.

Porque echar de menos no es algo físico, sino un obstáculo que se expande hacia lo incontable, lo eterno e incalculable.

Cada lágrima derramada en este río no supone nada sino una manera de hacer descansar a nuestro corazón. Pues, que la razón se estremezca en cada lágrima nos deshace un nudo en nuestra garganta.

Desear soñar flotar en este río ha de ser nuestra meta, mas sabiendo que las aguas pertenecen a las tormentas. Confiando que sus bucles rocen nuestras sonrisas. Y sonreír por todo. Y llorar por nada. Para que razón y corazón se hallen en calma.

Sueños utópicosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora