Evocando una escena...
(Sangre. Roja escarlata que fluye sin freno, terror en sus dedos, caricias fingidas en su cabello... Todo un infierno. Sin descanso, sin vuelta atrás, no hay remedio, entorna los ojos, ya no hay miedo)
Sufrimos como corderos, degollados al mismo tiempo. Esto no es eterno. No resplandecen los rosas y se fragmentan los negros, al revés Ellos nos rompen los colores y resplandecen los grises, negros opacos fruto de nuestra debilidad, crisis...
Olvidamos que todos somos importantes, da igual si eres flaco, grande o pequeño... No entiendo los aplausos, los gritos alocados por una persona que solo maquilla su rostro sin ver que hay más allá...
De espejos rotos nos han creado... Sus cristales nos han hincado en nuestros cerebros sangrantes, crueles, amenazantes... No podemos ser felices, nos dicen con distintos matices... Ahora somos fruto de diminutos trocitos brillantes... Que por más que brillen son sangrantes...
Ametrallan nuestras mentes dando forma como a sirvientes... Todo ha de estar como en el espejo... Ni más, ni menos... Si no, eres olvidado, desahuciado de esta sociedad por tu físico, por tu intelecto por conocimientos que van más allá de las artificiales estrellas que son de carne y hueso, y no de espejo...
Tenemos que ser eso un molde vacío por dentro para que ellos estén contentos y nosotros critiquemos cada curva de nuestro cuerpo... Y dinero, si él te tiene, tú eres un experto, un magnifico espécimen de este encuentro, tus cristales cambian y ya no son sangrantes... Mas pobres los que brillan sin dinero... Siempre serán eso, vagabundos de un espectáculo que se atormentan en los huecos... Sabemos que esto es cierto, mas nos convencemos que tienen acierto. Que somos más bellos con cabello, con sonrisas implantadas y cuerpos esbeltos perfectos...
Porque todo tiene un origen, aunque no sepamos si la gallina tuvo el huevo o era otro cuento, te cuento lo que veo y es que ellos nos controlan, nos dicen quien vale, cuando para mi tu sí que vales... Todos especiales, todos surcamos el cielo, y no te hablo de aviones te hablo de sueños, ya me conoces, siempre navego entre anhelos, te invito a contemplarlos y a conocer tus desvelos... Pues ni rosas ni azules me marcan los horizontes, no hay más límites que el infinito y sus caprichos dulces...
Yo no quiero un mundo perfecto, solo que nos valoremos... Pues lo más bello está en el desconcierto, en lo imperfecto de tus mejillas y los lunares que decoran nuestro cuerpo, los colores que inundan este mundo y la música... La melodía de nuestros pensamientos, a veces anonadados al ser descubiertos... Porque no aparecen, sino que crecen, se engrandecen con el transcurso del tiempo... y en ocasiones gritan y se agitan, se abrazan a sensaciones, se exteriorizan...
Ahora te contemplo... Sangre derramada por duros objetivos que nos imponen, yaces a mi lado pero fluyes lejos... Tus suspiros me alcanzaron cuando se paró el tiempo... Al menos eso espero, porque ya no te siento... Eres precioso o preciosa, el alma es libre y carece de género... Para mí eres víctima del sistema que nos trae a esta cadena de tú vives, tú debes, tú pecas, tú pagas, tú no sueñas, porque el que sueña es un niño...
Eso nos dicen, deseo almas infantes, de ataduras libres, que las cadenas de esta sociedad se evaporen al alba y que al anochecer rocen nuestros sueños con las pestañas... Olvídalo, corre y alcanza tus metas, pero asegúrate que son tuyas aunque sean menos coquetas...
Pedacitos de reflejos nos conforman ya lo sabes, mas en tus manos está limarlos para que ya no sangres...
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Sueños utópicos
PoesíaSe que lo estás deseando, te entumece, te duele... las palpitaciones te impiden dormir... ¿Estás perdido/a? ¿Te sientes sólo/a? Únete a mí, juntos descubriremos la verdadera historia... ¡Sonríe! pero ahora de verdad...