Distinta Mentalidad, Mismo Sentimiento (hiccelsa)

X.-Un Gran Reto Para Convertirla En Una "Nueva" Elsa

Holiiissss, siento haber tardado tanto en subir capítulo pero estaba ocupada, muy ocupadA. Pero aquí les traigo mi nuevo cap Hiccelsa. Me he superado escribiendo esto, son dos mil palabras más o menos. Bueno espero que lo disfruten y le den a la estrellita, que no cuesta nada y me ayudarían mucho a seguir.

Los dibujos son míos hechos a mano. Pediría no copyright. Si quieren utilizarlo en alguna historia o publicarlos en algún sitio deberán pedir permiso a la autora, o sea, a mí.

Besos y no paren de leer. <3 ;)

(Narra Hipo)

Me desperté temprano ya que tenía cosas que hacer por eso de que mis padres se habían marchado. Elsa estaba abrazada a mi pecho mientras dormía tranquilamente. Me levanté con cuidado de no despertarla, la cubrí con la manta, le hice un gesto a Desdentao con la mano que ya estaba despierto y bajamos por las escaleras. Preparé el desayuno para mi amigo y para mí. Terminé rápido mientras el dragón seguía degustando su plato. Fui hacia la habitación de mis padres. Mi madre escribió en la nota que había algo para Elsa. Estaba en la cama. Era precioso. Una camiseta de mangas cortas, una falda y unas mallas. También había unas botas en el suelo al lado de la cama. Me quedé alucinando. Mi madre había estado haciéndole ropa a Elsa durante estos dos meses. ¡Esa era la sorpresa! Genial. La ropa era preciosa. Se nota que mamá lo había hecho con bastante cariño. Elsa aún no despertaba, así que aproveché y busqué la aguja y el hilo de mamá en el cajón. Pensé, comencé a hacerle unos guantes, no sé su medida, pero más o menos. También le hice una cinta para el pelo. Y así me quedé, cosiendo para la que no se despertaba.

(Narra Elsa)

El sol entraba por la ventana. Toqué la parte de la almohada, aún con los ojos cerrados, donde se suponía que estaba Hipo, pero estaba vacía. Abrí un poco los ojos y la otra cama también lo estaba. Y el dragón también faltaba. Me incorporé en la cama. Me quedé sentada e intenté recordar lo que ocurrió anoche. Lo tenía borroso, solo me acordaba de: Hipo abrazándome, nuestras respiraciones chocando... No recordaba gran cosa más. Sólo que Hipo durmió conmigo. Vino a protegerme de esa terrible pesadilla. Una sonrisa se me formó en el rostro después de bostezar. Me bajé de la cama y seguidamente por las escaleras. Veo a Desdentao, pero no a Hipo. Termino de bajar las escaleras y acaricio la cabeza del dragón echado en el suelo y él cierra los ojos y agradece el gesto. Nos hemos hecho muy amigos. Miro la mesa, está vacía. No había ni rastro del moreno. Curioseo un poco por algunas habitaciones, pero nada. Me quedaba la habitación de sus padres, pero me habían dicho que no entrara. Miré hacia atrás, nadie. Hipo me había dicho que se habían ido de viaje y que no   volverían hasta dentro de un tiempo. Me armé de valor para abrir la puerta. Era la primera familia que me acogía más de dos días después de lo que pasó, no quiero que me echen por incumplir las reglas. Respiré hondo, abrí la puerta y...

-¡PUM!

De repente me encontraba en el suelo sobándome la cabeza. Miré hacia el frente y ví a Hipo de la misma manera que yo. Nos quedamos mirando un momento, hasta que él se levantó tendiéndome la mano para ayudarme a levantar.

-Ha sido mi culpa, lo siento.- hizo una pausa. -¿Tienes hambre?

-Sí.

-Bien, voy a la cocina. Espérame en el salón.

Hipo desapareció por la puerta mientras yo me dirigía al salón donde se encontraba el dragón aún echado sobre el piso. Cogí una silla y me senté, esperando a que Hipo apareciera con mi desayuno. Apoyé los codos en la mesa y mi cabeza en mis manos. Escuchaba el traqueteo de los utensilios de cocina. Y fuera de la casa, voces. Gente trabajando. El pecoso aparece por la puerta con una bandeja con el desayuno y me la pone enfrente. Él coge otra silla y se sienta el lado opuesto al que estoy yo. Empecé a comer mientras Hipo me hablaba. Pero los dos escuchamos algo fuera de la casa. Me giré, y la puerta se abrió de golpe. Entraron, en primer lugar, Patán seguido de Astrid, Patapez y los gemelos.