-Oye, ¿tu eres Shu Sakamaki cierto? -le preguntó la castaña al rubio que dormía plácidamente en el suelo de la sala de música.
El chico entre abrió los ojos notando que frente a el, había una chica mirándolo.
-Que fastidiosa -le dijo.
-Si, me dijeron que dirías eso.
La chica se dio la vuelta, pero enseguida se volvió al chico.
-Y también dijeron que tomarías mi tobillo para detenerme -le mencionó.
El rubio frunció el ceño.
-Debo hacer que te ejercites y entres al equipo de basquetbol, que estudies y entres al cuadro de honor -se volteó para irse, esperando que el chico lo hiciera, sin embargo eso no pasó.
-Y también me dijeron, que debo hacer que dejes de dormir donde te plasca a toda hora -dijo y se dispuso a levantarlo, pero estaba muy pesado.
-¿Podrías levantarte? -le pidió con voz suplicante.
-No -Shu, cerró los ojos con una pequeña sonrisa de superioridad en su rostro.
-Bueno, no me queda mas que irme... -habló con un falso tono de nostalgia -... O de silbar esto -dijo para después sonar un silbato, provocando un sobresalto de parte del chico.
Pero cuando (...) acepto el trabajo que Reiji le había dado, no pensó que podía enamorarse profundamente de aquel Teen idle.
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-Bueno, aquí estamos... la cancha de basquetbol... -respiró animadamente la chica el aire fresco, con las manos en su cintura.
Su deporte favorito, era el basquetbol,su padre era un jugador profesional estatal, y aprendió de el.
-¿Y? No es más que un desperdicio de espacio -dijo Shu, interrumpiendo la alegría de la chica.
-Esto, será difícil -susurró la chica un tanto desanimada, y resoplando.
-Creeme que lo será -habló Shu, susurrándole al oído.
Su cercanía ponía nerviosa a (...). No se había percatado de su altura, hasta el segundo en que el la acorraló, debajo del aro de basquetbol.
-¿Qu-que haces? -preguntó (...) tragando saliva, nerviosa por lo que pasaría.
La iba a morder,lo sabía, pues no era tonta como para no darse cuenta de que los Sakamaki son todos vampiros, y ahí entra Shu.
Aquel rubio irresistible, incapaz de aparecer en una sola clase.
Vaya, era todo un vago, si, al igual que Reiji, así pensaba ella, pues Reiji y ella coincidían en los mismos intereses laborales, acerca de la escuela, y pensaban igual acerca de Shu, alguien que no se preocupaba por presentarse siquiera a la primera clase.
-Parece que sabes lo que viene...-Shu tiró los audiculares al piso, contemplando el rostro asustado de (...). Pero ella no quería sentirse indefensa, aunque frente a el lo fuera.
Intentó empujarlo, hacer algo pero no logro nada. Shu la mantenía aprisionada en sus brazos, incapaz de moverse ni un poco.
Entonces, Shu, se acercó a sus labios, ella cerró los ojos por instinto, y se unieron en un apasionado beso, uno que ambos habían estado deseando desde que se conocieron y no habían sido capaces de dar.
Era un beso, en el que ambos se dijeron todo, no, no en palabras pero unieron todo lo que necesitaban demostrar, en aquella muestra de cariño, aunque aun no sabían, muy bien, qué pasaría respecto al otro.
¿Acaso está bien, enamorarte de tu opuesto?
¿Acaso era un beso de verdad?
