-cierra los ojos y confía en mí.
-Ok, confío en ti. -Sonrió y Dul le colocó sus manos en los ojos.
-Sí pero mejor yo te los tapo.
-No dejes que me caiga.
-No, nada te pasará, yo te estoy cuidando. -Dulce le susurró en el oído y Any sonrió. -Caminemos un poco más. -Caminaron por unos minutos. -Aquí esta, ¿lista?
-Sí, ya quiero ver lo que me vas a enseñar.
-¿Te has subido a un caballo alguna vez? -Sacó las manos dejando que Any viera todo.
-Que hermosos, Dul son muy lindos.
-¿Y qué dices?
-¿Qué digo? ¿De qué?
-Te subirías a uno. -Anahí la miró asustada.
-¿Sola? -Dulce sonrió acariciándole el rostro.
-Si quieres podemos subirnos las dos en uno y pasear. Es divertido lo aseguro.
-Me da miedito...
-Estarás conmigo. ¿Sí? -Anahí respiró.
-Ok.
-Primero vamos a tocarlos para que no les tengas miedo. Dame tu mano. - Anahí lo hizo no muy segura. Dulce entrelazó sus manos dejando la palma de la mano de Any al descubierto y suavemente acercó sus manos al caballo. -Ves es tierno y no hace nada.
-Es suave. -Dijo sonriendo.
-Sí. Ahora vamos a pasear. ¿Joven cual caballo o yegua nos podemos llevar para dar una vuelta?
-Esta. Una yegua blanca muy bien cuidada.
-¿Tiene nombre?
-Le decimos Kiara pero si usted quiere otro...
-Ese es perfecto. -Dijo Anahí y Dulce la miró sonriendo. -Ee lo siento... Tú eres la dueña tu mandas...
-Kiara está perfecto, si el amor de mi vida lo dice, ese será. -Anahí la miró con los ojos abiertos al igual que el chico.
-Ya la pueden montar, ¿las ayudo?
-No gracias, podemos solas. -Dulce acarició a la yegua y la tomo por las riendas con una mano y con la otra entrelazó sus dedos a los de Anahí. Caminaron un poco y luego se detuvo. -¿Ya estas lista?
-Eso creo.
-Ven sube yo te ayudo y luego subo tras de ti.
-Ok. -Anahí hizo lo que Dulce le indicó y luego Dulce subió detrás de ella. Estaban muy pegadas la una de la otra mientras la yegua muy despacio las llevaba.
-Hace mucho no te tenía así de cerca... Extrañaba el olor de tu pelo, de tu piel... -Dijo cerrando sus ojos respirando su olor.
-Dul...
-Lo siento... ¿Mira qué te parece si vamos un poquitín más rápido y vamos al rio? Te encantará te lo aseguro. -Anahí sonrió.
-Si prometes que no me caeré de aquí.
-Lo prometo. -Paseaban y Anahí no dejaba de tener esa sonrisa en su rostro todo era tan hermoso se adentraban en el campo y luego en una especie de bosque pero de preciosas plantas. Podían escuchar los diferentes cantos de las aves y respirar el aire puro.
-Me encanta este lugar.
-Y a mí.
-No entiendo como no volviste.
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La Ley del Hielo
Romance-¿Tú para qué quieres saber eso? Además tu eres hetero deja de preguntar tanto. -¿Cómo te gustan las chicas? Tienen que ser sexys, tú eres sexy. -Odio que Raquel te contara que me gustan las chicas. -Ok, ya no más preguntas. Pero prométeme algo. ...