Capítulo 7

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-Prométeme que vendrás.- Dijo Dulce mirando la invitación acto que Anahí también hizo.

-Dul... Yo tengo muchas co...

-Prométemelo. Al menos eso me debes.

-Dul...

-Any, tú lo sabes.

-Lo prometo iré.

-Te veo allí. -Dulce sonrió y le dio un beso en la mejilla a Anahí dejándola desconcertada. Dulce caminó hasta la casa y recogió las cosas que había dejado en la entrada. Mientras lo hacia la pequeña Angélica la miraba detrás de la puerta de cristal dedicándole una sonrisa y despidiéndose con la mano. Dulce sonrió y se le escapó una lágrima mientras le decía adiós con la mano. Dulce rápidamente se volteó para subirse a su auto y al abrir la puerta Anahí la aló y la abrazó fuertemente. Las lágrimas de ambas caían por sus ojos abrazadas.

-Te extrañe. -Susurró Anahí mientras Dulce la abrazaba fuertemente y le acariciaba el cabello.

-Yo mucho más créeme. -Al separarse del abrazo Dulce le limpió las lágrimas a Anahí y Anahí a Dulce. Ambas rieron al verse como dos tontas llorando.

-Quiero tenerte en mi vida.

-Siempre he estado y estaré para ti.

-Quédate a cenar ¡anda! ¿Dónde estás viviendo?

-En Los Ángeles...

-¿Qué? ¿Condujiste hasta acá solo para darme esto? -Señalaba la invitación.

-Conduje para mucho más que eso... Pero dadas las circunstancias... - Digamos que vine solo a verte y a entregarte eso.

-Debes quedarte esta noche. No dejaré que conduzcas sola tan tarde.

-Estaré bien.

-Ni hablar. Te quedas y punto. -Luego de decir esto Dulce sonrió y aceptó quedarse. Dormiría en la habitación de la pequeña que además de su cunita tenía una cama grande. La cena transcurrió normal, al terminar Anahí condujo a Dulce al cuarto de la bebita este era hermoso, estaba pintado de un color rosa claro y tenía dibujos de mariposas y flores en las paredes su cunita era blanca y combinaba perfectamente con toda la habitación.

-Esta hermosa la habitación. -Anahí sonrió.

-Sí... La decoré yo misma, bueno tuve que contratar a un artista para que hiciera los dibujos pero yo le dije que hacer. -Decía orgullosa Anahí y Dulce sonreía.

-¿Y la cama?

-Es que antes yo me quedaba a cuidarla y velaba sus sueños. -Dijo sonriente viendo a la pequeña jugar con una muñeca en el suelo. Dulce miraba a Anahí con una mezcla de sentimientos, por un lado se sentía orgullosa de ver a Anahí realizada, con familia y por otro se sentía terriblemente mal de no ser ella parte de esa familia. Anahí notó como Dulce la miraba y decidió preguntar. -¿Estás bien?

-Sí. -Dijo sonriendo. -No te preocupes sabes que me gusta pensar bastante.

-Sí, casi tanto como preguntar. -Dijo sonriendo para molestarla.

-¡Hey! No te burles. -Le dio un pequeño toque a Anahí en el brazo.

-Bueno ya tienes todo, voy a darle un baño a Angélica para que se vaya a la cama, aquí tienes el baño disponible para ti, en el armario hay toallas, jabón liquido y lo que necesites. Me dijiste que trajiste ropa extra en tu carro pero cualquier cosa me dejas saber. En cuanto Angélica se duerma la traigo a su camita. -Dulce sonrió y asintió. Minutos más tarde Dulce se había duchado, puesto su piyama corta de trajecito y estaba acostada sobre la cama pensando cuando Any toco la puerta suavemente.

La Ley del HieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora