Capítulo 8

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-Quería plasmar nuestra historia. - Dulce sonrió. -Y sin ti aquí nada de esto tendría sentido. -Anahí sonrió.

-Volveré a casa porque necesito internalizar todo lo que ha pasado. - Dulce asintió.

-Esto no cambia en nada las cosas Any. -Dijo Dulce con los ojos aguados. -Tú tienes una hermosa familia y yo no pretendo venir a cambiarlo todo. Mi tiempo pasó, nuestro tiempo pasó...

-Shhhh. -Anahí colocó un dedo sobre los labios de Dul. -Déjame pensar ¿Sí? -Dulce suspiró y asintió calmada. -Hablamos después Dul. -Dijo dándole un beso en la mejilla y saliendo con los guardias y guarda espaldas de Dul quienes la llevarían de regreso a su hogar. Dulce se sentó sin poder creer todo lo que había pasado esta noche. Anahí la había besado pensó y se tocó los labios sonriendo. Pero luego pensaba en Angélica y ella sin duda no se interpondría entre su familia. Ella estaba completamente de acuerdo en luchar por lo que se ama pero esta vez había un obstáculo mucho mayor a los orgullos o a la estupidez. Esta vez se trataba de los padres de una bebita y eso no se lo perdonaría nunca. Estaba de acuerdo en que Anahí lo meditara y tal vez pudieran ser amigas y ella superar todo lo que siente. Pensando en todo esto no se percató de que ya era muy tarde.

-Señorita yo creo que debería irse ya a su casa. -Dulce salió de sus pensamientos y observó al joven guardaespaldas que estaba frente a ella.

-Vamos... -Dijo Dulce levantándose del sofá. Pasaron unos segundos mientras caminaba con él hacia la limosina que la trajo al lugar. Una vez ya dentro solos, Dulce le volvió a hablar. -Ella tiene un esposo y una pequeña. -El joven se volteó a ver a Dulce aún preguntándose si era con él con quien hablaba. -Ella dijo que tenía que pensar todo, pero la verdad yo no quiero destruir una familia por más que la ame. -Dijo esta vez mirándolo a los ojos, respirando conteniendo las lágrimas.

-Si me permite un consejo... -Dulce asintió. -Ella es la única dueña de sus actos y ella hará lo que crea que debe hacer, si ella llegara a separarse de su esposo es porque cree que es lo mejor para todos. No se sienta culpable por lo que pueda suceder. Y no tome decisiones por los demás deje que ellos las tomen.

-No quiero que la pequeña me odie porque separe a sus padres. -Dijo ya llorando.

-Tú no los separaste y no los vas a separar. Disculpé... usted no los separó.

-Me puedes tutear además ¿qué edad tienes? Seguro uno o dos menos que yo. -El joven asintió.

-Pues cuando ella tome la decisión que tome lo hará pensando en su bebé y en ella. -Dulce asintió. -No quieras intervenir en sus decisiones además ella sí que es más grande que tú. -Ambos rieron.

-¡No tanto! Solo poco más de 3 años más que yo. ¿Cómo te llamas?

-Raúl.

-Pues veremos qué pasa Raúl. Pero gracias por escucharme es un alivio tener alguien con quien hablarlo.

-Cuando quieras linda. -El camino transcurrió tranquilo. Dulce solo pensaba en como estaría Anahí.

Esa noche Anahí durmió en un hotel y estuvo toda la noche planteándose su vida y todo lo que había ocurrido durante el tiempo lejos de Dulce.
Al día siguiente Anahí llego a su casa de playa y en cuanto abrió la puerta Juan Carlos la interrogó se notaba furioso.

-¿QUÉ ES ESTO? -Dijo tirándole un periódico sobre la mesa con fotos de ella en el teatro y un titulo que decía "Las protagonistas de la nueva película, ¿Será que renació el amor luego de tal declaración?" Anahí suspiró.

-Es lo que es...

-Aaaahh ¿y lo dices así tan tranquila? ¿Entonces todo lo que pasó en esa película fue real?

La Ley del HieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora