Dar cuerda

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Ven aquí, extiende tu mano hacia mis pulmones. Un poco más a la izquierda. Ahí, así está bien. Ahora descansa tu mano donde está. Lo notas verdad? El bum, bum, bum. Mi corazón es un extremista. Es necesario que sepas que si no late así de rápido, deja de hacerlo. Ya puedes quitar la mano. Ahora escúchame bien. Te pido un favor muy importante, es sobre mi vida. Debes permitirme vivir. Como el agua a las flores, como las flores a los animales, como los animales pequeños a los más grandes, como tu tacto a mi corazón. Sí, la vida es sacrificio y el tuyo es recargar los latidos de este músculo. No dejar que pase demasiado tiempo sin volver a posar tu mano en mi pecho. Solo te pido presencia, el resto si no se me concede, ya se encargará la mente de sufrirlo. Y bien, me lo prometes? Entonces hagamos el pacto, sincronizémonos. Cómo? Acércate más y te lo demostraré...

Callar gritandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora