Quizás algún día me levantaré por la mañana y me daré cuenta de la luz tan tenue que entra por la ventana. Levantaría un brazo para
alcanzar todo el polvo que se vería a contraluz y me rendiría dejando mi brazo caer suavemente hacia el lado de tu cama. Ése día no chocaría mi mano contra tu espalda, ni me abrazaría a ella para decirte las palabras más infravaloradas del mundo; "te quiero". Tu cuerpo cálido no protegería mi frágil corazón en un susurro tierno en mi oreja, tampoco me arroparías en tu pecho, haciéndome sitio entre las pecas diminutas que lo decoran.En vez de eso, notaría un lado de la cama sin arrugas, sin sábanas en el suelo y la almohada en su sitio. Una lágrima escurridiza se deslizaría por la piel que siempre me besabas, dejaría que hiciera su camino mientras daría la espalda a tu ausencia y me abrazaría a mi misma diciéndome las palabras más infravaloradas del mundo: "te quise". Ése sería el día que haría más viento que nunca, llevándose con las hojas tu presencia hacia el cielo, donde mi brazo jamás lograría alcanzarte.
Así que bésame antes de irte, regálame las sonrisas más bonitas que tus comisuras llegan a crear. Enrédate en mi pelo y ahógate en mis pechos. Quiéreme amor mío, quiéreme hasta los huesos, para que si algún día te marchases, el dolor que dejes en mi sea eterno.
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Callar gritando
PoetryMi diario personal y muy probablemente que, cuando me leas, se vuelva también el tuyo. No porque sea lo que has estado buscando pues, éste tipo de libros no eres tú quien los encuentras, son ellos que te esperan. Y llegas en el momento oportuno. Cad...