One Shot's

GoldenTrap: Más Que Amigos

Un día en la tarde, una familia con su hijo y el amigo estaban jugando lo más tranquilamente hasta que...

- Oye, ¿me dejas narrar a mi? Es mi historia.

- Bueno. Pero...

- Shh es mi historia. Presta atención.
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Hola mi nombre es Golden, prácticamente tengo un nombre real pero nunca me lo dijeron. No tengo familia, como dijo la escritora, soy huérfano; vivo en un orfanato.

La directora de este lugar todos los días sin falta va caminando por la ciudad por si algún niño está abandonado. Es una mujer de cuarenta y tres años, pero en realidad parece de veinte.

Me mencionó que iba a venir gente a conocerme, no sé de que se trata pero voy a intentar portarme bien.

...

Pasaron días demasiado largos para mi gusto. Pero estaba emocionado por conocer a esa pareja que vendría a conocerme.

El día tan esperado llegó. Corrí hasta la sala principal del orfanato muy emocionado, era un día muy especial; creía que me iban a adoptar.

Frené en frente de la puerta, respiré hondo, agarré el picaporte y lo giré.

Entraron dos personas, un hombre bastante alto, muy grande, demasiado. Una mujer, no muy alta, pero linda.

- Hola, cariño - ¿se dirigía a mí? ¡sí, se dirigía a mí! y con una sonrisa - Soy Caroline DaSilba

- U-un placer - dije extendiendo mi mando en modo de saludo. Estoy nerviosito - M-me l-llamo G-golden - ahora soy tartamudo

- Ya veo porqué - dijo el hombre enorme con una sonrisa pero voz seria - Por tu pelo. Es muy dorado

- S-si

No sé cuando es que pasó el tiempo, pero ya se estaban yendo a su casa.

Hablamos durante horas, creo, sobre todo lo que pudimos.

Me puse triste cuando vi que se iban, pero cambié mi expresión cuando la directora me contó que volverían solamente para adoptarme, que les gusté mucho y me querían con ellos.

Y otra vez la larga espera, pero por fin, otra vez, el día llegó. Me iban a adoptar. ¡Iba a vivir con una familia por fin! ¡Voy a tener una familia por fin!

...

En el transcurso del viaje, que fueron como tres horas, me contaron de todo. Me contaron que no podían tener hijos y que por eso querían adoptar. Y por suerte me adoptaron a mí.

Al llegar vi que era un barrio bastante grande. Con casas grandes y patios grandes.

Me dijeron que tienen muchos vecinos con hijos de mi misma edad y que no iba a ser problema que haga amigos rápido. Eso espero.

Llegamos. La casa también es enorme.

Me quedé boquiabierto cuando entré, era todo muy elegante.

Me llevaron a donde sería mi habitación, estaba muy emocionado por saber como era; cuando entré no hice más que sonreír, era tal como me lo esperaba; muy acogedora. 

Miré a mis nuevos padres y les sonreí, ellos me devolvieron la sonrisa de una manera muy dulce. Caminé hasta ellos y los abracé. 

Estaba feliz por tener unos padres como ellos, son muy buenos conmigo, tuve suerte de ser adoptado por ellos. 

...

Al día siguiente era sábado y le pregunté a mi madre si podía ir a jugar afuera, me dijo que sí. En ese caso aparece mi padre con una pelota de fútbol, iba a ser la primera vez en jugar con él, me emocioné.