capitulo 8: Cuarta víctima, agujero negro.

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Un agujero negro u hoyo negro es una región finita del espacio en cuyo interior existe una concentración de masa lo suficientemente elevada como para generar un campo gravitatorio tal que ninguna partícula material, ni siquiera la luz, puede escapar de ella.

Exactamente así me sentía, estaba siendo absorbida por un agujero negro del cual no podía escapar y se consumía la poca luz que me quedaba dejándome sólo oscuridad y un vacío irreparable.
La mente me viaja a mil por hora y no conseguía sacarme al cazador de la cabeza, el me resulta peligroso para mis planes, quede inquieta con sus palabras. El maldito arrogante quiere mí cabeza, por una parte tiene razón, el demonio hace lo que quiere, mata cuando se le apetece, no es limpio. Y no solamente el susodicho me pisa los talones, la misma policía busca al asesino serial, debo empezar a ser más cuidadosa. Perder el poco control que tengo de mí cuerpo me hace vulnerable y débil, eso no puedo permitirlo.
Sigo divagando acostada en mí habitación, ya tomé la decisión de irme de la casa. De a poco fui armando un pequeño bolso con mis cosas esenciales. No puedo permitirme lastimar a mamá, ella tiene que estar ajena a toda la mierda de persona en la que me convirtieron.
Hoy mismo me escapó de acá y voy planeando lo que sigue.
Llevo días observando a la siguiente presa, su aspecto fue deteriorándose fui consumiendo toda su juventud, belleza, salud y pudriendo su cuerpo para que vean lo que en realidad es
Un asqueroso monstruo por dentro y ahora por fuera.
Esta internado en el hospital, esperando a que termine el trabajo y como buena enfermera que soy hoy mismo lo veré. Voy acabar con su terrible sufrimiento, odio ver cómo sufren los enfermos, le daremos piedad señor Satán.

El no es ni el fantasma de lo que fue, no me da pena ver como su cuerpo enfermo se pudre lentamente, toda su belleza se fue consumiendo, si es que alguna vez fue bello para los ojos de los simples mundanos. Desde el cristal se ve que esta con un respirador pero consciente, los médicos piensan que es un virus carnívora que consume todo el cuerpo a una increíble velocidad. Sonrió y trato de abrir la puerta pero tiene que ser con los trajes especiales en casos de cuarentena por virus, tendré que ponerme esa estúpida ropa. Como si fuera a contagiarse ese parásito solo por voluntad mía se maneja y ni rastro va dejar una vez que me vaya.
Entró sin ser vista al cuarto, se mueve dándose cuenta que alguien entró, sus ojos muestran asombro y terror cuando me saco la mascara, estoy sin una gota de maquillaje para que me reconozca. La sorpresa en sus ojos es exquisita, el miedo le sale por los poros podridos. Asco me da su olor nauseabundo y se hago saber.

-El día del juicio a comenzado, hoy te toca a ti apestoso humano- Le digo señalando con un dedo hacia el, sonrió siniestra.

Me acerco a el y le digo en el oído- te ves horrible, estas que asustas- llora desesperado, siento su aroma a miedo y eso me parece excitante.

-Te diría que te arrepientas de tus pecados pero eso no te servirá de nada en el infierno, escoria- Mis palabras son tranquilas, eso parece asustarlo más.

Me subo encima suyo y con un espejo le muestro el aspecto que tendrá su cadáver, se horroriza, solloza y no se reconoce con su nueva apariencia. Sonrió tiernamente, mí trabajo quedó precioso.

-Espero que en el infierno, te arrepientas. Sabes, no fue difícil vengarme de ti. Eres tan cerdo que no puedes dejar de bajarte los pantalones- Sonríe coqueta y vi en sus ojos como empezó a recordar la noche de disfraces.

-Demasiado tarde recordaste, no deberías acostarte con extrañas sin protección pero bueno ya basta de charlas. Es hora de terminar la función.

Retiro el respirador y hago que me observé. Su boca se abre y sale un grito desgarrador, su alma sabe asquerosa. No puedo evitar dejar salir al demonio, en estos momentos mí rostro se debe ver tenebroso, los dientes afilados, ojos totalmente negros oscuros, es lo último que observa porque ya está muerto. Salgo corriendo del hospital. Me siento tan sucia como la primera vez que volví a la vida, ese maldito agujero negro que de a poco me consume y lo absorbe todo.
Me fundó en la oscuridad de la noche, caminando sin rumbo fijo, la atracción que siento por las almas sucias me llevan a cazar en otras ciudades, estos tres días eh amanecido bañada en sangre y sin recuerdos de lo sucedido, siento miedo de mí misma, ya no se de lo que soy capaz de hacer.

Tania esta buscándome, tuve que dejar la casa, no es seguro para ella que siguiera viviendo en la misma casa. Destruir si corazón no fue fácil, pero soy un monstruo sin control. Estoy trazando los planes de las tres muertes que me faltan, ser el verdugo de esos idiotas ajenos de lo que les espera me motiva a mantener el poco control que tengo. Cuando termine con el último voy a dejar que el demonio me consuma, yo ya no tengo salvación y pretendo ser perdonada por todos los pecados que cometí, no me arrepiento de nada y juro que lo volvería a hacer para alimentar este agujero negro que me hicieron.
Suenan campanas de la iglesia y lo siento como una señal del poco tiempo que me queda para irme, estoy a contra reloj.

Dicen que las apariencias engañan, hoy me veo como soy realmente un monstruo que se alimenta del miedo, sangre, carne, almas de sus víctimas. Me pongo ropa de cacería, el aspecto que tengo es un maldito imán para pervertidos, violadores, asesinos, me muevo por distintos pueblos ya no puedo estar mucho tiempo en un lugar.  Mí rostro esta en todos lados empapelados de la ciudad como la adolescente que desapareció hace unos días.
Pronto va terminar ya encontré a mis tres víctimas faltantes, se me acaba el tiempo, el hambre cada día es mas atroz y doloroso. El no alimentarme no es bueno mí cuerpo se descompone a rápida velocidad si llego a evitarlos.

Todos los días que pasan observó a lo lejos mí antigua casa, Tania se ve deteriorada, con ojeras tan negras como las mías, llora todo el día. Por suerte la acompañan mi única familia mí tío, mí amigo y su novio. Me siento una mierda haciéndole esto pero desaparecer es la mejor opción ya no puedo controlarme.
Como toda psicópata enferma, me divierto matando, es la única manera de verme viva, sino me alimento me vuelvo agresiva y mi aspecto se parece a la una muerta. Ya intenté estar días una dos veces sin comer, pero todo fue peor. Génere una pequeña y terrorífica masacre de 10 cuerpos totalmente mutilados, aprendí a vivir con lo que soy, todos en el pueblo temen del animal o asesino que ronda por las pequeñas localidades cercanas.

Tengo a toda la policía investigando y a un nuevo detective recién llegado, que ni se imaginan el secreto siniestro detrás de las muertes. Si sigo siendo despistada van a encerrarme sin cumplir mí objetivo, el problema es que ya no me controlo totalmente y el demonio me posee cuando quiere, pareciera que se divierte ver cuándo me veo amanecer bañada en sangre y desorientada.
Tengo que poner límites pienso o no voy a poder matar a todos los que me mataron y violaron, no voy a perder la oportunidad de comerme sus sucias almas.
Es raro ver mí cara por todas partes de la cuidad y ahora en los pueblos vecinos, mí mamá me reporto como desaparecida y eso me perjudica. Trato de no salir de día por las calles, no pienso volver y poner en peligro a todos los que quiero. Tomé mí decisión desde ese día que morí, quiero venganza, todo tiene un costo y yo estoy dispuesta a pagarlo con intereses incluidos.

Todos tememos a ser absorbidos por la oscuridad.

Pero yo dejé de temer, ahora vivo y camino en ella como si fuera parte de mí, por qué aprendí a superar mis miedos, a luchar y sobrevivir.

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⏰ Última actualización: May 21, 2019 ⏰

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