Corría sin parar por todo el centro de la ciudad, creo que los perdí -pensaba- paré un rato para descansar pero fue imposible, ahí está, tras ella! -escuché que gritaban por todos lados- obligada tuve que seguir corriendo. Pasé por al lado de una carnicería y cogí un cuchillo que había en cima, corrí otros cinco metros y frené bruscamente mirándolos directamente a los ojos.-Yo solo quiero escuchar música y aparecen ustedes molestando y burlándose de mi, no ven lo que provocan? -hablaba con la pared, ellos ya no podrían contestarme, no paraba de correr sangre del cuchillo y de los cuerpos- ven lo que hacen? Me ensucié toda de sangre -dije sollozando y con una sonrisa de oreja a oreja.
Llegué a mi casa, me dirijo a mi habitación y en el transcurso veo a mi padre borracho en el sofá y a mi madre acompañándolo con sus novelas extranjeras -hola mamá- no hubo respuesta alguna. Llegando a mi pieza me encuentro a mi hermano en pleno orgasmo con una prostituta.
-Hogar dulce hogar- me dije a mi misma, después de todo nadie me escucharía-.
Me encerré en la pieza y puse música en mis parlantes, no quería escuchar los orgasmos de mi hermano con una prostituta. Puse un poco de rock psicodelico (multimedia), era de la antigua banda de mi hermano, antes de que quedara literalmente la zorra en mi casa.
-Bájale a la musica!! Nos tienes aburridos!! Deja de vivir en el pasado eso ya pasó!!- me gritaba mi papá desde el living
-Obligame si es que tienes las pelotas!- le dije desafiante, eso no iba a terminar bien pero que mas da? Maté a unos acosadores en mitad de la calle sin problema alguno- ven si te atreves!
-David deja en paz a Rachel- dijo mi madre defendiéndome sin importar lo mierda que puedo ser aveces- ya tiene mucho con un padre alcohólico y un hermano que no la toma en cuenta-.
-Dime Katerine, tu tomas en cuenta a tu hija?- le respondió mi padre-.
-No pero por lo menos no le hago amenazas y dejo que viva su vida en paz, no como tu que siempre le tratas mal-.
Iría a defender a mi madre pero no me e cambiado de ropa y estoy llena de sangre ajena y un poquito de la mía por mis cortes que se abren de ves en cuando.
-Ustedes dos paren de discutir, si la casa está como esta es por culpa de ustedes dos y no me vengan a decir que se preocupan por Rachel porque siempre la veo pidiendo dinero a la gente para poder comer algo ya que ustedes se la gastan en alcohol y cigarros- y ahí está James el protector de hermanas menores-.
Decidí ir a sumarme a la fiesta así sin más, llena de sangre, esquelética, con olor a cigarro y con unas ojeras tremendas.Al llegar al living, dónde estaba toda la fiesta de gritos y acusaciones sólo me quedaron mirando con preocupación y culpa. Todo en lo que me había transformado fue gracias a sus actos. No encontré nada mejor que serles sincera.
-Esta sangre no es mía, es de unos psicópatas que me venían siguiendo, no tuve otra opción que tomar medidas drásticas. El olor a cigarro es porque mi casa no huele a otra cosa. Las ojeras porque no duermo ya que me la paso llorando y si estoy así de esquelética es porque casi no como en semanas. Ahora díganme, alguien se preocupa por mi? No, nadie lo hace, esta no es la vida que debería tener una niña de mi edad. Dentro de poco cumpliré 18 años y esto, es una puta mierda-.
Un silencio atacó la habitación por un minuto, luego los tres se abalanzaron sobre mi llorando pidiendo disculpas. Me decían que iban a cambiar y lo primero que hicieron fue limpiar toda la casa, la ventilaron y ordenaron todo. Ya parecía una casa familiar y no de vagabundos. Mi mamá hizo una cena de esas que quedas con el estomago casi por reventar.
-De verdad van a mejorar?
-los tres me dijeron al unisono que si.
Ojalá no me mientan.
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Rachel.
Teen FictionTenía una vida como todos, familia que la amaba, amigos, un amor de verdad. Pero no todo dura para siempre, ocurrió un accidente y con ello toda su vida se derrumbó llevándola hacer cosas que nunca hubiera hecho en su antigua vida. ¿Alguien podrá ay...