D I E C I S I E T E.

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TRES DIAS ANTES DE IRNOS.

Kaya versión.

Me desperté por el ruido de mi despertador, trate de alcanzarlo pero los brazos de Bryan rodeaban mi cintura. Me gire hacia él y seguía dormido. Comenzó a molestarme mi tobillo pero no podía moverme, Bryan estaba, literalmente, encima de mi.

-Bryan! Mi tobillo.- lo moví un poco.

-¿Que pasó?.-abrió los ojos como platos.- ¿Estas bien?.- Se separó un poco de mi.- ¿Te duele?.- Asentí.-¿Quieres que llame a Freddy o a tu mamá?

-No, estoy bien, sólo comenzó a molestarme. Estabas casi encima de mi.-reí un poco.

-Siento eso.- se acomodó en la cama quedando frente a frente conmigo.

-Mañana es tu cumpleaños.- solté feliz. Al menos estaría con el para su cumpleaños, le tenía preparado una cena, le compre varias cosas, un perfume, ropa, un traje para ese día, y una pulsera, se dividía en dos, era un corazón y dentro de una mitad decía "Juntos" que era la mía y en la otro decía "Siempre" que sería la que yo le regalaré a Bryan.- Cada vez mas viejo. Así que mañana te quiero puntual a las 7:00pm aquí en mi casa, te tengo una sorpresa.- reímos y el asintió. Comenzó a sonar un celular, creí que era el mío pero no, era el de Bryan.-

-Tengo que...responder, ahora vengo.-se levantó de la cama, casi volando y salió al pasillo cerrando la puerta detrás de él. No era chismosa, pero necesitaba saber que pasaba, quizás era aquella mujer de nuevo. Me acerqué a la puerta, lo más rápido que pude, no sabía como usar las malditas muletas. Pegue mi oído a la puerta para poder escuchar lo que decía.

Bryan versión.

EN LA LLAMADA.

-¿Bryan? ¡Hasta que contestas! ¿Donde diablos te has metido? Tengo que avisarte que llegó mañana, a las 7:00pm.- gritó Kimberly desde el otro lado de la línea.

-No puedes, no mañana.- rogé porque cambiará su vuelo.

-Lo siento cariño, no puedo cambiar mi vuelo y necesitamos vernos ya.

-De acuerdo, te veo mañana.- iba a colgar pero siguió hablando.

-Sólo que hay un problema...No tengo donde quedarme.- suspire.

-Decuida, puedes quedarte conmigo.- dije rendido.

-Ay, eres un amor. Te veo mañana bebé, chao.- lanzó un beso por la línea y colgó. Suspire y me dirigí hacia la habitación de Kaya, abrí la puerta muy fuerte y golpee a Kaya en la cara. Cayó al piso.

-Por Dios, ¿estas bien?.- Me agache a ayudarla. Ella se sobaba la nariz.

-¿Con quien hablabas?.- su nariz se encontraba roja.

-¿Qué? Kaya por Dios, primero lo primero, ¿te encuentras bien?.- la ayude a levantarse.

-Obvio no idiota, me duele la nariz.- sobe su nariz con mi mano.- Ahora ¿con quien hablabas? ¿Quien llega mañana? Y ¿por qué se quedará contigo?

-¿Estabas escuchando todo?.- asintió, no se si estar furioso con ella o conmigo.- No era nadie, es una...prima...¿de acuerdo?

-No te creo.

-Pues creelo.- ambos fruncimos el ceño.-Ya...perdona, te juro que es una prima. No tienes porque preocuparte.

-Bien.- cruzó los brazos y camino con las muletas hacia el baño y se encerró ahí. La seguí y comencé a tocar la puerta.

-Kaya, abre la puerta por favor.- gire la perilla y noté que no tenía seguro. Entre y escuche a Kaya gritar molesta.

-¡Malditas muletas, no puedo hacer nada con ustedes!.- las avento fuera de la ducha y abrió la llave. El agua comenzó a caer y a mojar su cuerpo. No sabía si seguir ahí o salir ya. Estaba paralizado y no entendía porque. Kaya comenzó a cantar "Error Perfecto" de una banda que ahora no recuerdo el nombre, pero esa canción es muy linda. Estaba dispuesto a salir, pero oí que resbaló y corrí para ayudarla.

Ought to say goodbye - Bryan MouqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora