Intento (Noviembre 2013)

13 0 0
                                    

Leticia Lobo tuvo unos meses muy intensos por el miedo que tenía por salir de su casa, si era de noche más aun, si estaba sola en una calle también

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Leticia Lobo tuvo unos meses muy intensos por el miedo que tenía por salir de su casa, si era de noche más aun, si estaba sola en una calle también. Enfrentar su miedo fue la parte más difícil. Su amiga de siempre la visitaba y como ella se había ido a vivir sola, la invitaba a su casa que estaba a unos veinte minutos. Su amiga la había animado varias veces para vencer el miedo que tenía a salir de noche. Su nombre era Juliana. Como siempre ella era sonriente , animada e intensa. Juntas lo pasaban muy bien. 

En tanto fueron pasando las semanas y Leticia Lobo tenía cita para el médico traumatólogo en el hospital estatal que había pedido unas semanas atrás antes del incidente. Era un precioso día del mes de noviembre, el cielo despejado de nubes, los árboles estaban en pleno desarrollo de sus verdes hojas, el calor volvía a aliviar el pecho de Leticia Lobo, todo estaba bien. El día de la cita Leticia estaba vestida de manera simple, jeans , remera y zapatillas. Tenía el cabello largo pero no se molestó en atarlo. Leticia Lobo tomó el bus que la dejaba sobre la manzana del hospital. Era un lugar bastante grande, rodeado de árboles. Leticia ingresó y se guió por un cartel para llegar hasta la parte de los consultorios de traumatología. Fue hacia la izquierda y se sentó en uno de los asientos. Había bastante gente, algunos con yesos y muletas, otros en sillas de ruedas. Se sintió como si problema fuera poca cosa aunque también había gente no tenía esos padecimientos. Una voz de hombre llamó su nombre con firmeza que provenía del consultorio "5" . Leticia Lobo estaba algo ansiosa por conocer a su nuevo doctor. El doctor Joel Ramirez era una persona de unos cuarenta y cinco años, alto de cabello rulado y tenía ojos azules. A decir verdad su trato era bastante seco y preciso en cuanto a los diagnósticos. La hizo pasar. El consultorio era modesto ya que contaba con un pequeño escritorio con un montón de papeles para efectuar estudios y recetarios. La silla para el doctor y la otra para el paciente. En la pared junto a la ventana habían unos estantes con algún insumo de higiene, la camilla al costado de la pared. El doctor Joel Ramirez le hizo un ademan para que tomara siento mientras él permanecía parado. A Leticia Lobo se le antojó que aquella persona que la estaba atendiendo no tenía un buen día y dedicó unos pocos minutos para explicarle lo que le sucedía.

- Súbete a la camilla boca abajo, por favor- Palpó directamente en el nervio ciático e hizo que Leticia Lobo se quejara del dolor provocado. Joel Ramirez le dijo que no eran necesarias aquellas plantillas recetadas por su antiguo doctor y que para fijarse en el estado de sus lumbares estudiaría una radiografía. Leticia Lobo asintió y se dirigió con el recetario directamente al la parte de radiología del hospital que se encontraba en el primer piso. Cuando le dieron la fecha para la placa arqueó las cejas y pensó que ni loca haría esa estricta dieta para dos día después de año nuevo. Lo dejó para otro momento y esto no le causaba ni un remordimiento.

En marzo de 2014 Leticia Lobo se propuso reanudar el estudio de su dolor lumbar, la cita en ese momento era para el doctor Albert Rosas. Esta vez vez sería la última vez que vería a un médico por aquello, se lo prometió a sí misma. El día de la cita Leticia Lobo se vistió sencillamente con el jean azul, una ramera , la cazadora negras y sus zapatillas John Foos color gris oscuro. Leticia bajó del bus y caminó un par de metros hasta la entrada del hospital. No se había dado cuenta de que el lugar estaba poco concurrido hasta que le llamó la atención un cartel gigante colgado encima de la puerta que decía que había huelga. Leticia Lobo contempló el cartel gigante escrito con aerosol. Miró como una tonta a su alrededor y se dio cuenta que nadie la atendería. Cuánta decepción. Volvió a su casa sin más que con aquella noticia a su madre. Tendría que esperar para otra cita.  Entonces a la semana siguiente consiguió su último turno para ver al médico.


Mariposa Escarlata (Seikeigekai)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora