Santiago, 6 de noviembre del 2016.
Querido, G:
No puedo creer que me dieras la dirección de tu casa. Pensé que ni sabías quién era yo, al parecer lo sabes, muy bien.
Recuerdo que te acercaste a mí con un pedazo de papel en mano. Me dijiste que no dejara de escribirte, que te animaba.
No entiendo cómo te anima, solo soy yo escribiéndote de cómo me siento porque tú no me amas.
Lola
P.D: Te seguiré escribiendo con tal de que tú sigas leyendo.
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I adore you
RomantizmEl problema es que ignoramos a los que nos adoran, adoramos a los que nos ignoran, amamos a los que nos lastiman y lastimamos a los que nos aman. Te adoro, G. Aún me ignores. Te amo, G. Aún me lastimes.