Capítulo 3. -Efecto X

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-AARON-

-¿Cuál es tu plan?- nunca me esperé esto.

-Quiero enamorarla, quiero que ella se de cuenta que soy un buen partido.

-jajaja ¿Buen partido?- no podía dejar de reír.

-Si idiota, solo presta atención. -dijo con un tono molesto.

-Ok, ok, continúa que esto se pone interesante.

-Bueno, como decía, quiero que ella éste a mi lado.
Así que necesito de tu ayuda.

-¿Y qué se supone que tengo que hacer?- no entiendo nada.

-Quiero que me digas todo ha cerca de ella. Quiero saber cómo es contigo y qué es lo que le gusta y qué no para así poder tener ventaja en algo.

oh! Entiendo. -pues... tiene sentido su plan.

-Entonces... Me ayudarás?

-Claro amigo.

Bajamos del auto, me estacione en mi casa ya que él solo tenía que caminar unas cinco casas más para llegar a la suya.

Ahora que recuerdo...

-Ah, pero una cosa- me acerqué demasiado a él y lo tomé de la playera. Tenía muchas ganas de reírme por su cara. Definitivamente este tipo es un Donnicciola- si me entero que le haces daño a mi duendecita, estas muerto. ¿Entendido?- Oh, Dios, quita esa cara que moriré.

-si.

-¿Si, qué?

-Si, señor.

-A si me gusta. -Puedo ser intimidante cuando me lo propongo. -Bueno, nos vemos mañana- seguro pensará que soy un loco. Jajaja.

Entré a casa lo más rápido que pude y me eche a reír hasta que me dolieron las costillas.

-Corey-

Entre a casa asustado. No pensé que Aaron me diría eso, realmente puede ser intimidante cuando se lo propone.

-Mamá ya llegué- escuche ruidos en la cocina así que fui para haya. Nunca debí hacerlo.

Exquisita ContradicciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora