¿Cómo?

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Todo inicio como era de esperar, Thomas empezó con su discurso y Phoebe con extrema rapidez dio inicio a la anticuada grabadora.

La voz de Thomas era serena mientras saludaba con respeto al público: -Buenas noches, universitarios y profesores encargados. Para mí es todo un honor estar con ustedes.

El público aplaudió respetuosamente, y Phoebe también lo hizo, aunque de los nervios y tener las manos ocupadas entró tarde al aplauso y cuando todos se hubieron detenido sonaron 4 aplausos providentes de ella. Unas jóvenes se rieron por lo bajo y Phoebe simplemente agacho la cabeza con sus mejillas sonrosadas de la vergüenza.

-Esta noche les voy a hablar sobre algo que he obtenido gracias a Dios, mi éxito. Y sé que muchos de aquí podrán ser ateos y no creer en Él, por ese motivo no entraré a más trasfondo sobre el tema. -Dijo el famoso empresario, aferrando sus manos al podio- El éxito es algo que se obtiene también con muchas otras cosas, entre las cuales podemos nombrar: esfuerzo, dedicación, persistencia...

Phoebe en realidad ya había perdido el hilo del tema, dado que estaba alucinada en como un hombre tan joven podía haber llegado a uno de los lugares más altos. Alucinada porque, al parecer lo que murmuraban sus compañeras de clase "él es guapísimo" "necesitamos más hombres así", etcétera, era cierto. Y por último no lo podemos negar, Phoebe estaba totalmente alucinada por el físico de aquel joven. Pero siendo sinceros, quien se fijaría en una joven como ella, delgada y pálida y aunque no era fea, apenas si era una estudiante que deseaba ser periodista, no más.

El tiempo transcurría y ella no despegó su mirada de él, mas estaba sumida en sus pensamientos de manera indescriptible. Cuando se dio cuenta ya todos estaban de pie y aplaudiendo, apresuradamente se levantó y los imitó, poniendo sumo cuidado en no aplaudir de más.

Una vez despedida la conferencia los estudiantes empezaron a comentar sobre ella, los comunes grupos de estudiantes se hicieron y Phoebe claro se quedó dónde estaba. Ella pensaba en que no tenía idea de que había hablado Thomas y necesitaba saberlo para su trabajo, hasta que súbitamente recordó la anticuada grabadora y notó que ciertamente estaba grabando aún, la pausó y la recogió junto con su cuaderno.

-Es hora de volver, chicos. -Alzó la voz la profesora Carol. -Se nos hace tarde.

Todos empezaron a moverse hacía la salida situada a la izquierda del teatro. Bueno Phoebe había logrado salir bien de aquella experiencia, no se había caído (lo cual era asombroso debido a su coordinación), tenía la entrevista grabada para escucharla varias veces. Pero Phoebe no dejaba de pensar en él: Thomas Lewis. Decidió que tenía que olvidarlo y superarlo, que no era más que un sueño alguna vez hablar con él de frente. Sabía que la posibilidad de que él se enamorase era imposible, pero la idea de hacerle algunas preguntas sonaba estupenda, claro, se dio cuenta de lo tonta que era la idea y que no había oportunidad.

Y así fue como decidida a esto se encaminó hacia la salida, se montó en el bus estudiantil y se fue hacía la Universidad.

Misterio OportunoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora