Pesadillas y tormentos.

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Phoebe leyó el mensaje como 10 veces, sin creer lo que veía. Pero con cada vez que lo leía se daba cuenta de lo real que era. Thomas le había escrito. Eso era mucho.

Después de dos horas tecleó: "Hola Thomas, creo que me faltan unas cuantas, pero estoy lista. ¿Cuándo puedes? Buenas noches.

-Phoebe Belladona."

Apagó la pantalla de su portátil y solamente se quedó pensando, hasta se permitió fantasear un poco sobre lo que podría pasar en aquel encuentro, pero como podía definir aquel encuentro se preguntó, una cita le pareció demasiado estúpida. Así que decidió llamarla la "reunión de preguntas y respuestas". Por lo tarde que era Phoebe no esperaba que Thomas respondiera su mensaje, es decir ¿Qué clase de empresario exitoso que debe asistir a reuniones y atender otros asuntos estar despierto a las 2:00 a.m.?

Después de algunos minutos Phoebe cayó en un profundo sueño desconectada de todo aquello que la hacía pensar demasiado, como Thomas; pero siquiera en sueños pudo dejarlo de lado porque tuvo lo que se puede llamar una pesadilla relacionada con este peculiar muchacho de cabello alborotado.

La cosa iba así: Thomas y Phoebe estaban caminando hacia una sala de reuniones, una con decoración que se veía realmente costosa pero elegante, de esas que parecen de película, cuyas paredes eran unas ventanas gigantes de un grueso vidrio, con una mesa rectangular color caoba justamente en el centro, asientos para gran cantidad de personas. Al momento de entrar, en su pesadilla, Phoebe observaba todo como era de costumbre e inmediatamente descubrió que se encontraba en Lewis Enterprise. Todo transcurría con normalidad, supuso que estaría ahí para su "reunión de preguntas y respuestas". Pero de repente algo pasó, se escuchó un crujir enorme y gigante, la gran ventana a espaldas de Thomas se había roto; también se oyó un sonido que había marcado su vida desde pequeña, el de una bala perdida que había arrebatado a su hermano mayor de su vida y la de sus padres en una fría noche de febrero hace tantísimos años. En ese instante Thomas le empezó a gritar que ella era la culpable de todo lo que estaba ocurriendo, le decía que nunca lograría lo que deseaba con tanto esfuerzo y que por su culpa habían asesinado a su hermano...

En medio de un gritó Phoebe despertó, empapada en su sudor y con todas las sábanas revueltas, desorientada y fuera de si por completo, sintió un frío que la recorrió por completo, afuera llovía muy fuerte y los relámpagos brillaban, bailando burlonamente a través de la ventana de su dormitorio. Poco a poco volvió en sí y miró hacia su reloj en la mesita de noche y se enteró de que eran las 3:30 a.m. Todo estaba oscuro y su corazón palpitaba muy rápido, revivió sus más grandes miedos y recuerdos, pero ahora por medio de una persona que no sabía que tan dañina podía ser en su vida.

Reparó en que su celular se encontraba en el suelo, eso quería decir que se había movido y probablemente pateado durante la pesadilla, se levantó lo recogió y se dirigió al lavado para lavar su cara. Volvió a su cama, de camino consiguió sus audífonos e inicio reportorio de una de sus bandas favoritas. Pensó que no iba a poder dormir más aquella noche, pero después de todo cayó dormida maravillosamente, en un sueño tranquilo sin más pesadillas que la atormentaran, sin embrago antes de eso pensó en como ella se estaba esforzando para que nadie supiera la verdad de su hermano mayor y como había sido asesinado en medio de un sacrificio que marcaría su vida, tal vez después de todo la muerte de Chris sí había sido su culpa y el malvado Thomas tenía razón, estos pensamientos la consumieron y más que nunca Phoebe deseaba un abrazo y alguien en quien confiar su tormentoso secreto...

Misterio OportunoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora