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_____ siguió al hombre moreno a través de la entrada mágica y abajo por un pasillo largo que la llevó hasta el patio. Estaba muy consciente de su desnudez, pero como era incapaz de hacer algo acerca de ello, intentaba hacer su mejor esfuerzo para ignorarlo. Era difícil pero lo logró. Por suerte había muchas distracciones en las cuales concentrarse a lo largo del camino.

En los costados del pasillo había muchas puertas, similares en el estilo a la puerta e forma de diamante de su dormitorio, aunque había muchas formas geométricas diferentes, y cada poseía una enorme forma de joya. En cualquier otro momento habría tenido curiosidad por ver lo que había detrás de estas puertas, pero su guía la condujo por delante de ellas y estaba obligada a seguirlo. Al parecer sería un largo paseo, pero al final llegaron a una puerta. El hombre moreno agitó su mano izquierda -sus yemas refulgieron con un color dorado y un extraño emblema pareció flotar sobre su palma- ante la puerta y ésta desapareció como si nunca hubiera estado allí.

-¿Cómo...?

_____ trató de encontrar las palabras correctas para preguntar como había logrado el truco, pero perdió el pensamiento cuando vio lo que había más allá de esta nueva entrada.

Un cuarto, aparentemente esculpido por entero del más vehemente de los diamantes, resplandecía frente a sus aturdidos ojos. Dentro de ella, docenas de extrañas piezas de oro -cuyo propósito ella no se atrevería a conjeturar- decoraban el área que rodeaba una enorme piscina que liberaba ondas de vapor del agua. La piscina estaba delineada con lo que parecía ser oro puro, de modo que el agua matizada de dorado reflectaba de manera deslumbrante contra las paredes de diamante que la rodeaban. Era tan brillante y cegador -el cuarto- que _____ tuvo que bizquear para ver a su guía cuando él le hizo señas para seguirlo adentro. Una vez dentro, la luz pareció atenuarse a una potencia soportable, y _____ fue capaz de ver claramente otra vez.

-Este es el baño de preparación. Aquí serás preparada para el Harén de nuestro Maestro.

En ese momento, el hombre calvo entró detrás de ellos con otras dos mujeres con él. Una de las mujeres tenía la piel del color de la goma de mascar con ojos a tono y pelo -una confección monocroma de rosado más pálido- mientras la otra estaba cubierta casi desde la cabeza hasta la punta del pie con una piel gruesa y blanca. Lo que de su piel podía ser visto -sus pechos, vientre y pubis- eran de un color de ébano hermoso y brillante, que contrastaba maravillosamente con la piel nevada que vestía. Las dos mujeres se movieron para unirse a _____ ante el hombre moreno y, sorprendentemente, parecían mucho más cómodas de lo que ella se sentía.

El hombre moreno leyó su mente otra vez.

-Para tranquilizarte, _____, ellas dos han tenido más tiempo para acostumbrarse a su nuevo papel en la vida. Solo espero que te adaptes así como ellas -Esto último fue dicho con un inequívoco tinte de advertencia en su tono.

-¿Todos leen el pensamiento por aquí? -preguntó ella desasosegadamente.

-No. Tienes que aceptar solo mi intrusión en tu mente. Es parte de mi trabajo, supongo que podrías decir tú, saber lo que estás pensando siempre.

-¿Y cuál es tu trabajo, exactamente? -no pudo menos que preguntar.

-Perdóneme por no seguir las formalidades, _____. Eres un individuo único y me has sacado de mi paso con tus preguntas -Él le dirigió una pequeña sonrisita-. Soy el Coleccionista, puedes referirte a mí como tal, y mi trabajo es solo... coleccionar. Registro el universo en busca de nuevas adiciones -como tú- dignas de tener un lugar aquí, en el palacio del Rey.

-¿Y cuál es mi lugar? ¿Se supone que soy una esclava o algo así?

-¡Claro que no! -Él pareció insultado por la misma idea-. Tendrás un lugar alto en la corte. Serás una consorte de nuestro Maestro y serás tratada con gran deferencia. Cada deseo tuyo será concedido, tu comodidad será preparada con gran cuidado. Serás protegida por el resto de tus días. Nunca tendrás que trabajar otra vez, nunca tendrás que sufrir o preocuparte.

La Joya j.b Donde viven las historias. Descúbrelo ahora