Mentiras

21

"No te acuerdes del daño que te hicieron sus mentiras, sino lo feliz que fuiste con ellas"

El pequeño no supo cuánto tiempo había transcurrido desde que Jong Woon se fue, tal vez muchas horas ya que el cielo estaba oscuro y lo único que iluminaba la espaciosa sala era la luz de la luna que alcanzaba a filtrarse por los grandes cristales de la cabaña. Su mirada estaba perdida, las lágrimas se acumularon en sus ojos pero no las derramó... simplemente no pudo hacerlo.

La persona de la que estaba enamorado fue un asesino, tuvo un pasado oscuro debido a la trágica muerte de su progenitora. Era tan solo un pre adolescente de 14 años que no tuvo un padre, lo único que tenía era a la mujer que le había dado la vida y que de un momento a otro por un hombre rencoroso fue asesinada.

Entonces ¿Por qué debía temerle?, Jong Woon hizo lo que hizo con justa razón, pago su castigo y dejo la venganza de lado para ser un hombre de bien, un hombre que detrás de toda la mie**a que paso era comprensible, estaba enamorado y le amaba más que nada en el mundo.

Si Jong Woon no lo amara nunca le hubiera contado de su triste pasado, no lo habría advertido y por sobre todo no habría tratado de dejarlo.

Pero estaban destinados a unirse en cuerpo y alma, ambos encontraron en el otro un rayo de luz ante toda la oscuridad. Wook observo sus piernas rojizas, esas que últimamente exponía más de lo que en toda su vida fue capaz de mostrar, estaban allí porque el mayor pensó en su sueño, en que fuera capaz de sentir las olas del mar sobre su piel sin la necesidad de estar avergonzado.

Kim Jong Woon estaba en enamorado, enamorado de él y eso era un motivo más que suficiente para no huir.

Sin embargo no sabía porque su cuerpo no podía moverse de aquel sofá, de repente sintió que algo aún estaba fallando y no tenía nada que ver con su pasado o el del pelinegro.

Que había matado, si, que había estado en prisión, si, que había salido adelante y decidido tener otro futuro, sí. ¿Cuál era el problema entonces?, lo que realmente importaba era el ahora, lo único que hizo aquella terrible historia fue causar que viera el verdadero ser que tanto luchaba por esconder Jong Woon y que probablemente esté bien enterrado en el fondo de su pecho. No quería huir, lo seguía amando, no se puede odiar a una persona que le ha hecho sentir y experimentar tantas emociones en dos segundos y probablemente él era la droga que necesitaba su vida para poder subsistir.

Silencio

No se escuchaba ni un solo ruido, con cautela le ordenó a su estúpido cuerpo que se moviera y fue capaz de levantarse. Sintió un cosquilleo a causa de la alfombra fina impregnando sus pies descalzos.

Exactamente eran las 11Pm

Jong Woon bebía una copa de vino observando a la nada, probablemente haciéndose muchas preguntas o simplemente esperando el golpe final.

Ryeowook quería volver a su casa, estar en su oficina y diseñar miles de espacios diferentes, pero también quería estar con él. Sentir el calor del cuerpo ajeno desnudo cubriendo el suyo, haciendo ese contraste maravilloso bajo las tenues luces mientras él llegaba al clímax y susurraba fuerte su nombre.

Aquellos momentos valían más que todo lo que había dejado cuando decidió marcharse.

Esa era la razón por la que huir no entro en su mente cuando Jong Woon dijo que pensara lo que quería hacer, él podía verse fuerte, tener aquella aura de hombre valiente que lo volvía loco pero en el fondo Ryeowook veía un niño de 14 años lleno de miedo, de dolor y tristeza.