Wiggle Tom #2 Tomlinson.

10.

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—Necesito que me traigas más vasos, son cincuenta niños, más los ayudantes, maestros, esto no alcanza

Summer se movía de un lado a otro acatando las órdenes que le daban.

Había pasado una semana desde el último percance que tuvo con Louis, y haciendo a un lado el hecho de que ella prefería mantener las distancias porque claramente se había pasado del límite, Louis no la llamaba a menos que fuera estrictamente necesario. Se notaba que no quería tenerla cerca y eso frustraba de cierta manera a la chica ya que así no podría averiguar o seguir indagando en absolutamente nada. Sin embargo, Summer se encargaba, todas las mañanas, de dejar el café y una nota en el camerino de Louis. 

Las notas eran oraciones sencillas como:

Sonríe que la vida te sonreirá.

Sé amable.

Aprende a escuchar a los demás.   

Claro que a la mañana siguiente conseguía su pequeña nota de color, rota o arrugada y tirada en alguna parte del camerino... pero eso quería decir que sí las leía. 

Justo ahora se estaban preparando ya que era el aniversario de una casa hogar de niños huérfanos y Louis (a parte de interactuar con ellos en pleno programa) le daría una donación a la fundación y regalaría juguetes a los niños.

—¿Louis tolera a los niños siquiera?—preguntó la castaña a Camille en cuanto tuvo la oportunidad. 

La morena no dejaba de moverse y dar órdenes a las personas del estudio.

—Bueno, nunca he visto que trate mal a un niño

—Sí, tienes razón—suspiró. —Después de todo tiene una hermana pequeña.

—Summer, cariño, toma—le tendió varias chaquetas que estaban en sus ganchos y un par de papeles. —Lleva la ropa al camerino de Louis y guíndala con el resto de su guarda ropa y por favor, haz que revise el guión de hoy, a John le dará un infarto si se entera que ni siquiera lo ha mirado.

—Pero...

—¡¿De dónde sacaron esos globos?! ¡Parecen condones inflados!—gritó Camille ignorando a su compañera dirigiéndose donde se encontraban los chicos que decoraban el estudio. 

Summer soltó un tembloroso suspiro ya que sabía que tendría que enfrentarse al dragón que era Louis Tomlinson. 

Caminó con cautela ya que todos parecían atareados con algo que hacer o arreglar, y en cuánto estuvo frente a la puerta tomó una gran bocanada de aire y golpeó como pudo dos veces.

Louis abrió la puerta lo cual le sorprendió a Summer ya que generalmente pedía (o mejor dicho gritaba) que pasaran.

—¿Qué?—escupió el chico en cuanto la miró.

Ella rodó los ojos.

—Necesito pasar—sin esperar respuesta lo hizo a un lado con su codo para poder entrar y comenzó a guindar la ropa con cuidado.

La castaña podía sentir como tenía la mirada clavada del ojiazul en su espalda. Pero no se atrevió a decir ni una sola palabra. 

En cuanto terminó, se volteó agarrando el guión con fuerza acercándose a él, que aun se encontraba en el mismo lugar después de haberle había abierto la puerta. 

—Camille me dijo que le entregara esto—le tendió el guión, pero él no lo agarró, tan solo se quedó mirando a la chica. Summer hizo una mueca. —Necesita que lea el guión para hoy con urgencia y...