Capitulo 27 "Epílogo"

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Los meses pasaron. La noticia de que en la casa de los Higurashi se escondieron criminales causo gran revuelo mas que cuando exploto el club.
Los padres de Kikyo al enterarse de que su hija estaba detenida por complicidad regresaron de inmediato, con dinero e influencias lograron sacarla. ¿Porque solo ella estaba detenida? Pues luego de que Sesshomaru y Rin escaparan, Miroku y Sango hicieron lo mismo, Yura se fue a la casa de Shippo dejando ahí solo a Naraku, Kikyo, Inuyasha y Shippo.
Kikyo no quería que atraparán a Naraku era consiente de los crímenes que había cometido, pero no quería verlo tras las rejas así que le dijo que él también huyera ya Naraku dijo que no se iría sin ella. Pero Kikyo insistió diciendo que cuando sus padres supieran harían lo posible por sacarla de ese lío.
Y así paso al día siguiente la noticia de dio a conocer, llevaron a Kikyo a declarar. Inuyasha le aconsejaba que dijera que ella los dejo quedarse ahí por que la tenían amenazada, Kikyo se negó inclusive se negó a declarar ya que sabía que era culpable. Con ayuda de sus padres logro salir bien librada, claro los reporteros no la dejaban de seguir. Días después Kikyo se molesto con sus padres ya que estoy querían controlarla como si fuese niña pequeña, así que tomo su decisión ya era adulta, guardo sus cosas en una maleta -las necesarias- y se fue con Naraku quien estaba en Corea del Sur arreglando nuevos negocios. La amenazaron con desheredarla pero a ella poco le importo y se fue.

Sango y Miroku se hicieron cargo del negocio de Sesshomaru por meses, en los cuales no supieron nada de él ni de Rin, así que ellos se encargaron de todo se escondieron en una de las tantas casas que Miroku tenia, de ahí manejaban todo. Sabían que Sesshomaru seguía con vida por que él les llamaba de vez en cuando para saber como iban las cosas, todo al parecer estaba bien pues a pesar de ser buscados por la policía, supieron como esconderse y seguir con los negocios sin que se dieran cuenta. 

Inuyasha había desidio dejar el caso de Sesshomaru a otro oficial ya que ahora también estaría tras de Rin y no podía hacerlo, la quería demasiado como para poder llevarla a la cárcel. Al dejar el caso se fue de a cuidad, llego a New York donde había recibido una propuesta de trabajo ahí, así que acepto. Varias compañeras de trabajo trataron de insinuarsele pero el poco caso les hizo pues aun que Rin estuviera con otro aun no se sentía listo como para formalizar algo.

Con Shippo, dejo la policía para hacerse cargo del negocio familiar, hablaba con Rin de vez en cuando, ella quiso renunciar a la herencia pero Shippo se negó a que lo hiciera ya eso le correspondía.
Yura vivía con Shippo, tubo que estudiar para poder ayudarle con el negocio, él tubo que mover muchas influencias para que saliera, bajo libertad condicional pero con Rin no pudo hacer lo mismo ya que ella tenia una relación directa con Sesshomaru y mato a alguien.

Con Rin, ella estaba sudando, con la respiración agitada y con una gran sonrisa, una enfermera se acerco a ella entregándole a su pequeño que había nacido sano. A pesar de las complicaciones en los primeros meses logro tener a su hijo en parto natural y él había nacido sano. Rin lo abrazo por primera vez,  miles de sensaciones experimentaba en ese momento. La cambiaron a la habitación principal -pues el parto fue en casa, Sesshomaru mando acondicionar una habitación y contrato a una doctora y dos enfermeras para ese día- una vez que se encontraba en la habitación, estaba perdida en sus pensamientos mientras miraba a su hijo, la puerta se abrió creyó que era Sesshomaru pero no.

- ¿Señora Irasue? - pregunto Rin viéndola fijamente —. ¿Como dio con nosotros? - se encontraban en Brasil.

- Los vengo siguiendo desde hace meses, te lo dije quiero hablar con Sesshomaru y conocer a mi nieto. - respondió seria al igual que su hijo.

- Puedo dejar que conozca a mi hijo, pero que hable con Sesshomaru no le aseguro nada.

Irasue se acerco a ella y tomo al pequeño en brazos.

Dulce Perdición Donde viven las historias. Descúbrelo ahora