Dieciséis. »final.

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Pase saliva mientras sentía mi corazón latir, Rubén me miraba esperando respuesta mientras que yo apretaba más fuerte su mano.

—¿L-lo dices en serio?.— Susurré y asintió, una gran sonrisa se dibujó en mi rostro. Me lancé a abrazar a Rubén donde solo asentía una y otra vez con mi cabeza, estaba realmente feliz. Algunas lágrimas se deslizaron por mis mejillas donde las limpie rápidamente.— Sabes que tengo que decirle a mis padres ¿verdad?.

—Lo sé.— Murmuró y solo me miró a los ojos, tenían un brillo especial. Miró un poco al suelo y sonrío, tenía una sonrisa tierna, en realidad: Nunca pensé que en verdad él fuera mi novio.

Solamente, creía que él me trataba mal porque quería: Recuerdo que cuando éramos pequeños, me hacía cosas de mal gusto y a veces, me llegaba a molestar al punto que ni siquiera quería verlo

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Solamente, creía que él me trataba mal porque quería: Recuerdo que cuando éramos pequeños, me hacía cosas de mal gusto y a veces, me llegaba a molestar al punto que ni siquiera quería verlo.

—¡Mamá, Rubén me lanzo al lodo!.— Corrí por la casa hasta llegar a la cocina donde mire a mi madre de espaldas, se giró y me miró. Yo estaba llorando, limpie las lágrimas con mis manos aunque estas estaban llenas de lodo, mi vestido color azul estaba igual de sucio y mi cabello asqueroso.

—Oh, cariño. Iremos a limpiarte ahora mismo.— Me tomo en brazos y me llevó a bañar, después de que mi madre me vistiera solo nos sentamos en los sillones, Rubén estaba con la cabeza agachada y con sus manos juntas, fruncí el ceño mientras que sujetaba con fuerza el brazo de mi mamá, ella soltó un suspiro y se acercó a Rubén donde se puso a su altura, él la miró con esos ojos de niño bueno.— ¿Por qué tiraste a (T/N) al lodo?.

—Porque...— Se quedó callado y me miró, lo miraba atento esperando a que dijera la verdad.— Porque ella rompió mis juguetes y los lanzó lejos.

—¡Mentiroso!.— Levante la voz y me puse de pie en el sillón, lo apunte mientras sentía como todo el enojo se me acumulaba.— ¡Eso es mentira, te odio!.

En ese entonces, Rubén solo me hecha a la culpa a mí mientras que él guardaba toda la verdad. Mi madre a veces le creía haciendo que me castigará, aunque, cuando fuimos creciendo más supimos que ambos nos queríamos demasiado como para odiarnos.

—¡Te lo dije, nadie vendrá!.— Tape mi cara con mis manos mientras lloraba, tenía el pastel de cumpleaños enfrente de mi. Habían globos y cosas de cumpleaños por toda la casa, mi madre solo paso su mano por mi espalda hasta que tocaron a la puerta, apoye mis brazos en la mesa y oculte mi cara en ellos, me daba igual quién era.

—Feliz cumpleaños.— Aquella voz, levante un poco la cabeza mientras veía a Rubén con una sonrisa enorme: En sus manos había un regalo envuelto en papel de color morado, Rubén me miró algo preocupado y dejó el regalo en la mesa donde suspiro, me levante y me lancé a abrazarlo, seguí llorando en su pecho mientras él pasaba una de sus manos por mi cabello.— No te preocupes, (T/N). Estoy aquí así que, hagamos una gran fiesta.

Bullying. | completada. - Editando |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora