Prólogo.

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"Esto se va a acabar. Esta por terminarse. Deja de llorar, solo deja de llorar."

Paul está esperándome, me mira con una sonrisa. En cuanto sus ojos hacen contacto con los míos, mis pensamientos se hunden a todas esas veces en las que él me ha golpeado, me ha dañado y me ha llamado como se le da la gana. Matthew, mi mejor amigo, no sabe sobre esto, nadie lo sabe, y es que no quiero que sepan que estoy tan dañada que no puedo dejarlo.

Una mirada llena de intensidad me hace salir de mis pensamientos y voltear de repente a mi izquierda.
Veo a un muchacho que nunca había visto. Se ve ligeramente mayor que yo. Lo observo con detenimiento, es aterradora la forma en la que me mira y la manera en que luce, puedo ver que sus ojos son verdes, sus labios son ligeramente rojizos, alto, moreno, cabello largo café ligeramente rizado y ardiente como el mismísimo infierno.
Estaba sentado con una pierna en la banca y su codo recargado en su rodilla.
Mis ojos están llorosos y su ceño se frunce en cuando se da cuenta de ello, o simplemente está tratando de comprender porque lo miro tanto. Quito mi mirada y siento mi pulso acelerado, y mi corazón en la garganta.

Llego con Paul y antes de sentarme, paso mis manos por mis ojos llenos de lágrimas. Me siento frente a Paul, dándole la espalda a ese chico.

–Estaba pensando en que podemos ir al restaurante que quieras saliendo de aquí, es viernes y... –no termina de especular sus palabras y carraspea su garganta algo incómodo.– ¿Eres algo del raro que te observa como un psicópata?

Frunzo el ceño extrañada, una parte de mi sabe que es el muchacho solitario con finta de malo, pero de todos modos volteo sobre mi hombro a verlo.
Me sigue observando de la misma manera, era algo que debía asustarme, pero por alguna razón no me molestaba en lo absoluto. Volteo con Paul de nuevo y muerdo mis labios tratando de sostener mi sonrisa.

–¿Cuál es su nombre? –pregunto tratando de sonar desinteresada y asqueada, pero fracaso.

–Es Harry Styles, nunca lo había visto aquí.–dice extrañado.

–¿Por qué nadie le habla?

–He escuchado un sin fin de anécdotas sobre él, es el diablo. –dice exagerando.

Suelto una risa burlona.

–Claro. –digo sarcástica.

La campana suena, avisando que tenemos que irnos a clase ya. Todos se levantan rápido y se van de la cafetería, Paul se despide de mi y se va. Me levanto de la mesa y camino hacia donde venden la comida, pido una botella de agua, la abro y giro sobre mis talones chocando con alguien. Abro mis ojos apenada, ya que tiré agua sobre su ropa.

–¡Lo siento! ¡lo siento! ¡lo sien..! –mi mirada choca con unos ojos color esmeralda, por su mirada pude saber perfectamente quien era, Harry.

–Deberías tener más cuidado. –me dice mientras se quita su camisa de franela mojada con demasiado enojo.

Se acerca a pedir una botella de agua, yo estaba ahí parada sintiéndome la más apenada del mundo. Veo como se da la vuelta y camina hacia mi, mientras saca de su bolsillo lo que creo que es una servilleta de tela, la acerca a mí y rápidamente sé que me la está ofreciendo.

–Te vi llorando.–suelta con su mirada imponente.– No lo hagas más.

Observo la servilleta entre sus dedos y veo una herida pequeña pero profunda en su antebrazo, lo cual me alarmó demasiado, pero decido no decir nada al respecto. Tomo la servilleta y le sonrío. Sin decir nada más, pasa por mi lado como si nunca me hubiera conocido, es ahí cuando peleo conmigo misma internamente para no decirle nada sobre su herida, pero mi parte estúpida gana y decido hablarle.

–¡Oye! –mi voz suena algo insegura, él voltea a verme con su característico ceño fruncido y con su botella de agua en su boca. –T-Tienes... una herida, se ve grave, tal vez podría ayudarte...

Él voltea a ver su brazo y ríe sin humor ante su herida.

–Es una cortada insignificante. –gira sobre sus talones y sigue su camino hacia la salida.

¿Cortada insignificante? Si yo tuviera esa herida estuviera haciendo el drama de mi vida, era una herida larga y profunda, ¿qué pasa por la cabeza de este chico?
Era un muchacho realmente imponente y aterrador, pero por alguna extraña razón, muero por conocerlo...

Just a little bit of your heart | Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora