Desperté y de inmediato sé que será un gran día por el olor a hot cakes, me levanté y me puse mis pantuflas, me vi al espejo y tenía mi cabello hecho un desastre, así que pasé el cepillo unas cuantas veces por éste. Salí de mi habitación y bajé las escaleras, encontrándome con Dylan en la cocina.Me sonríe al percatarse de mi presencia, a lo que yo le sonrío igual y me acerco a él.
–Buenos días, espero no haberte despertado.–me dice con una mueca graciosa.
–No, siempre despierto a ésta hora.
–Bien, algo más que sé de ti.–sonríe con sus dientes y me observa con ternura.– Uno: tus padres están en Colombia. Dos: tienes una amiga que obsequia condones. Tres: eres genial por dejarme dormir aquí. Cuatro: lloras por algo o alguien estúpido y cinco: siempre despiertas a las 7:26 AM.
Me río al ver como enumera con sus dedos y trata de voltear los hot cakes al mismo tiempo. Acabo de conocer a Dylan el día de ayer y puedo decir que me cae muy bien, somos muy iguales en muchos aspectos, lo cual me parece genial.
–Sabes muchas cosas sobre mi y yo se absolutamente nada sobre ti.–digo mientras me recargo en la barra que está frente la cocina.– Uno: acabas de llegar de Nueva York. Dos: tienes problemas familiares. Es todo, no se porque te deje entrar a mi departamento, podrías ser un asesino serial.
Él me voltea a ver con su ceño fruncido, camina lentamente hacia mi y se agacha hasta que queda a la altura de mi cara.
–Tal vez lo soy.–me dice mientras hace cara de loco.– Y voy a matarte sin piedad alguna.
Veo como rodea la barra para llegar a mi y yo rápidamente corro hacia la sala, escucho a Dylan hacer ruidos de león y comienzo a reír. Dylan se lanza encima de mi y caemos al sofá, me hace cosquillas en mi estómago y yo no puedo parar de reír, lanzo paradas pero a Dylan parece no dolerle en lo absoluto. De un momento a otro se detiene y me observa con aus ojos entrecerrados, está encima de mi y es demasiado pesado para mi débil cuerpo.
–¿Por qué llorabas ayer?–me preguntó mientras peinaba su cabello
–¡Quítate de encima de mi!–le digo mientras trato de moverlo, pero obviamente fue en vano.– Ya me duele, por Dios.
–No hasta que me digas porque llorabas ayer.
Lo miro a los ojos y él solo enarca una ceja, exhalo y grito fuertemente mientras tiro mi cabeza hacia atrás. No quería recordar lo ocurrido ayer con Harry, pero ahora lo recordé y siento que voy a estallar.
–El idiota que me gusta no me corresponde.–dije y él frunce su ceño.– Lo sé, sueno como una niña de doce años que el niño de su salón no la voltea a ver.
–Debe ser demasiado idiota.–dice.– Eres muy bonita y parece que tienes un corazón de oro.
Ruedo mis ojos. He perdido la cuenta de cuantas veces me han dicho que soy bonita, pero es algo que yo no siento ni veo.
–Me han dicho muchas veces lo mismo.–suelto.– Pero es que es algo que... no creo.
–Ahí está.–dice y me sonríe como si fuera lo más obvio del mundo, a lo que yo solo frunzo el ceño.– Tienes que ser segura, Bailey, vales demasiado y no puedes dejar que tus pensamientos se que no eres suficiente te derrumben.
–No sabes cuantas veces me han dicho eso, Dylan.
–Pues ahora déjalo grabado en tu cabeza para que nadie te lo diga más.
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Just a little bit of your heart | Harry Styles
Fanfiction"-Escuché que un poco de amor es mejor que ninguno."