Fu*cking Perfect [ZaynMalik] #WATAwards

Como soldados de juguete

 Bremd se encontraba cuidando al pequeño Drew en la casa de este. Tenía tan solo ocho años de edad y amaba los deportes, por lo que en el jardín tenía muchos juegos como unos pasamanos, un aro para jugar al básquet y una piscina.

 Anne Marie, la madre del pequeño Drew, le había pedido desde la primera vez que ella había llegado a la casa para cuidarlo si podía ayudarlo con sus clases de natación. El niño amaba estar metido en la piscina y tanto sus padres como sus hermanos le apodaban ‘Tiburoncín’.

 Ambos se encontraban metidos en el agua, mientras ella se encontraba en una punta de la piscina, el pequeño pataleaba desde la otra para llegar a su lado, dando así la tercera vuelta. Amaba cuidarlo, ayudarlo en todo lo que se proponía. Le recordaba a su hermanito Juanchis, como le decían todos desde que había nacido. Lo extrañaba tanto al condenado.

 La morena esperaba pacientemente a que Drew llegara a ella para tocarle la mano como habían quedado desde el principio, pero la puerta de entrada la sobresaltó de manera significativa. Eran apenas las cinco de la tarde, a esa hora siempre estaban solos. Su hermano mayor, Phillip, estaba casado desde hacía ocho meses por lo que no vivía en la casa, de su otro hermano nunca supo nada, jamás lo había visto por allí, Anne y Phillip trabajaban hasta las siete, así que no entendía quién podría estar en la casa.

 Andy se encontraba en la cocina de su casa tomando un vaso con agua cuando la vio por la ventana. Se preguntaba qué hacía ella allí, metida en su piscina, así que encolerizado salió gritando improperios contra ella.

-          Aléjate ya de mi hermanito

-          ¿Qué?

-          Andy –gritó feliz el pequeño al ver a su hermano mayor en casa-. Hacía tiempo que no te veía… -no pudo seguir hablando porque su hermano sacó del brazo bruscamente a su niñera-.

-          No quiero volver a verte cerca de él, ¿entendido? Vete de mi casa en este mismo momento

-          NO –grito el pequeño-.

-          Drew, pequeño –dijo Bremd acercándose hasta él-, hablaré con tus padres para recomendarles a una amiga mía para que venga a cuidarte desde ahora en adelante, ¿ok?

-          No, no quiero que te vayas. Tu eres mi niñera

-          Pero no puedo seguir cuidándote, hermoso. Acaban de despedirme. Tengo que irme –besó su frente suavemente, tomó sus cosas que estaban en una silla en el jardín y dirigiéndose a Andy-. Diles a tus padres que luego los llamaré para pasarles el número de una nueva niñera de confianza. Ya no tendrás que volver a verme nunca más –le dijo para luego ponerse sus shorts y salir de la casa con lágrimas en los ojos-.

-          ¿Por qué has hecho eso? Ella era la única niñera que no he hecho que renunciara llorando. Ella realmente me caía bien. ¡Te odio, Andrew!

-          Drew, ven aquí

 Vio como su hermanito salía de la piscina y entraba corriendo en la casa, para luego escuchar el portazo que dio al entrar en su habitación. El pequeño tenía razón, era con la única persona que había visto que Drew sonreía y se divertía tanto.

 Ya no había vuelta a atrás. Conocía a Bremd y cuando ella decía algo, no había nada que la hiciera cambiar de opinión. Decidió irse a su antigua habitación y acomodar la ropa que había traído con él, el contrato de alquiler de su departamento ya había terminado hacía tres meses, y luego de pasar dos meses con Roonie y los demás prefirió volver a casa de sus padres.