El viaje a Bradford había durado cuatro horas en tren. Por suerte dentro había aire acondicionado y disfrutó el trayecto escuchando música y leyendo comics, pero en ningún momento sacó de su mente aquella rubia que le quitaba el aliento desde hacía bastante tiempo.
Al llegar a la estación Eastbrook, bajó del tren con su maleta en mano y caminó hasta la salida para poder encontrar un taxi, una tarea bastante ardua a las diez de la noche de un día de semana. Una vez que pudo parar uno, le dio la dirección de su casa, rogando que alguien de su familia estuviera despierto para abrirle la puerta, no recordaba donde estaban sus llaves.
Por sus auriculares salía la música de Michael Jackson, su ídolo desde que tenía diez años, con la canción “They don’t care about us” y recordando los últimos momentos felices que había tenido con su ex novia. No podía negar que la extrañaba.
Le pagó al taxista y bajó diciéndole que se quedara con el cambio, para luego dirigirse hacia la puerta de su casa. Tocó timbre rezando con todas sus fuerzas para que su madre, padre o alguna de sus hermanas estuvieran despiertos y abriera la puerta. En algún lugar del cielo sus plegarias fueron escuchadas y su madre se apareció frente él con una taza de té entre sus manos y una cara de sorpresa por tener a su hijo cerca suyo.
Sin esperar a que el moreno hubiera entrado en la casa y dejado su maleta en el suelo, se arrojó a sus brazos casi tirándolo al suelo, no podía aguantar su emoción de verlo allí después de cinco meses sin tenerlo a su lado. Zayn, por su parte, no dudo en apretujar a su madre en un abrazo estrangulador, en esos momentos era donde más necesitaba a su familia y no iba a desperdiciar esos días que tenía con ellos por nada del mundo.
Entraron en la casa, dejando la maleta del moreno sobre un sofá, y se encaminaron hacia la cocina, donde Trisha le preparó una taza de té helado para sofocar un poco su calor. Se le hacía un poco raro ver a su hijo ahí, en casa, como si nunca se hubiera ido, y sabía perfectamente que estaba en plena temporada de clases. Pero prefirió no decir nada y, una vez que terminaron de tomarse sus infusiones, le ayudó a llevar sus cosas a su habitación, la cual seguía igual que desde que se había ido.
Antes de irse acostar, su madre volvió abrazarlo y beso su frente con cariño, el moreno le sonrió agradecido y se quitó la ropa para tirarse sobre su cama y mirar fijamente el techo blanco de su habitación. ¡Maldición! No podía dejar de extrañar a esa rubia de ojos grises que conocía de toda su vida, y seguían sin poder creer que lo había engañado con otro. Antes de darse cuenta, sus párpados comenzaron a pesarle del cansancio por culpa del viaje y su consciencia agotada de tanto pensar en su ex novia y la manera en que terminaron las cosas entre ellos.
A la mañana siguiente, el dulce aroma de los waffles de su madre lo despierta haciendo a su estómago rugir ferozmente, así que tirando las sábanas lejos de su cuerpo y sin importarle estar con unos ajustados bóxer negros con delgadas líneas grises, baja corriendo las escaleras para sentarse al lado de su pequeña hermana.
- ¿Zayn? –dice la pequeña mirándolo con ojos abiertos de par en par sin creer que su hermano favorito esté a su lado después de tanto tiempo-.
- Hola, pequeña saltamontes
- No puedo creer que estés aquí –exclamó Safaa saltando sobre los brazos de su hermano-. ¿Cuándo llegaste? ¿Por qué no me llamaste desde hace dos semanas? Te extrañe demasiado
- Yo también te he extrañado, pulguita. Y llegué anoche, estabas muy dormida cuando fui a verte
- ¿Volverás a vivir con nosotros?
- Solo vine de visita, debo volver a la universidad
- Safaa, ve a cepillarte los dientes que tienes que ir al colegio
- ¿Puede llevarme Zayn? ¿Por favor? ¿Por favor?
- Claro. Iré a cambiarme y regreso
Corrió escaleras arriba y atravesó el corredor para llegar a su habitación, tomó su bolso del suelo y comenzó a revolver dentro hasta conseguir una camiseta blanca de tirantes, una camisa a cuadros en una combinación ente el rojo, blanco y negro, y unos pantalones de jean oscuros. Agarró una gorra que estaba sobre el escritorio de su habitación y bajó corriendo nuevamente para llevar a su hermanita al colegio.
Agarró las llaves del auto de las manos de su madre y tomó en sus brazos a su hermana corriendo hacia el auto que se encontraba en el garaje, metiéndola dentro y manejando tranquilamente mientras escuchaban una canción en español que la pequeña Safaa debía aprender para su clase.
A los pocos minutos estaba ya de regreso en su casa, cantando la pegajosa canción que su hermana le había enseñado con un patético español pero paró en seco al ver a su madre sentada en el sofá con dos vasos de té helado y palmeó a su lado para que se acomodara allí.
- Hijo, quiero preguntarte algo
- Claro, mamá. Puedes preguntarme lo que quieras
- ¿Por qué has venido? – le soltó de golpe-. No es que no me guste tenerte aquí con nosotros, pero sé que estás en pleno ciclo de clases
- Necesitaba irme por un tiempo de Londres, las cosas no están bien allí
- ¿Tienes problemas de dinero? ¿No encuentras empleo?
- No, no es nada de eso. Es solo que…he peleado con Emma, mamá –ella lo miró sin entender muy bien de lo que hablaba su único hijo varón-. Mamá, Emma y yo hacía medio año que estábamos de novios, pero al entrar en la Universidad conoció a un chico y es como si se olvidara que estuviera conmigo –su madre tomó su mano brindándole apoyo y para que continuara-, siempre que estábamos juntos, él la llamaba por teléfono y ella simplemente salía corriendo hacia su encuentro, dejándome a mí.
- ¿Y qué piensas que pasó? ¿Has hablado con ella?
- La he dejado, mamá. Me engañaba con ese chico
- ¿Qué? Emma jamás seria capaz de hacer una cosa semejante. ¿La has visto acaso? ¿Ella te lo ha dicho?
- No, pero la manera en que salía corriendo para ir al lado de él me lo decía. Juro que cuando me dejaba solo en el departamento me daban ganas de romper todas las cosas. Ya no lo aguantaba más, no podía soportarlo
- Hijo, debes hablar con ella. Tienes que dejar que te explique las cosas. Dale una nueva oportunidad
- No se si podría, mamá
- Piénsalo bien, quédate el tiempo que quieras aquí, pero deberás volver y buscar una solución para salvar la relación. Se nota que la amas, hijo
- La amo con mi vida, mamá
- Entonces hazme caso, verás que todo se solucionará.
Siguieron hablando de diversos temas, poniéndose al día con sus vidas y como había estado la familia durante todo el tiempo que no había estado allí. Haber hablado con su madre el tema de su ruptura con Emma había aligerado el peso que llevaba sobre sus hombros.
Ahora, debería pensar en frío toda la situación y poder tomar una decisión al respecto de qué hacer cuando volviera a Londres. ¿Volvería con Emma o dejaría las cosas como estaban?
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Fu*cking Perfect [ZaynMalik] #WATAwards
FanfictionSabía que esto iba a terminar mal. No podía seguir así, estaba lastimándose ella y también a sus amigos, su familia. Si seguía con aquella adicción y obsesión, tarde o temprano, todo terminaría yéndose a la mierda, incluso ella y su vida. ¿Habrá alg...