Until You Came.

Hasta que tú llegaste.

Prólogo

La vida es inexplicable, a veces uno cree ser feliz, aunque en otro momento la vida le arrebata todo lo que te importa.

Todo había sido un completo engaño: mi familia, mis amigos, mi novio, mi nombre... mi vida entera. Hasta que él llegó, con él descubrí quién era realmente, el problema es... que ahora él ya no está.

No todas las historias tienen un final feliz, el caso es que mi vida desde el principio tuvo un inicio triste.

Vivo en un mundo de secretos, un mundo de mentiras, un mundo del que no es fácil escapar.

(...)

Tal vez deba empezar desde el principio, aunque en realidad no importa si empiezo a narrar desde el inicio o desde el final, al final siempre terminaré ahí, llegaré a ese día, el día en el que los secretos de mi vida comenzaron a escapar, el día en el que sin darme cuenta me acercaba más al final.

En fin, ésta es mi historia.

04 de Julio del 2013.

Vacaciones de verano.

Miami, Florida.

10:11 a.m.

- ¡Date prisa! Me urge irme y necesito un favor. -Dijo su molesta voz desde el otro lado del aparato.

- ¿Quieres tranquilizarte? Ya estoy bajando.

- Eso dijiste hace 15 minutos.

Con los dientes apretados esperé mientras las puertas del ascensor se abrían. 1, 2, 3, 4, 5, 6 segundos y las puertas se abrieron.

- Bien ¿En qué parte estás?

- En el lobby -contestó del otro lado de la línea.

Caminé hacia el vestíbulo buscando con la mirada a ese patán que hacía tanto no veía.

- Al fin-dijo sonriendo mientas me tendía los brazos.

- Sisisisi... mucho amor-dije soltándome de su agarre -pero solo me buscas para favores.

- Es una urgencia necesito hacer un viaje, pero prometo que no será largo.

- ¡Zack! -grité exasperada.

- Oye sabes que te quiero. -dijo abrazándome.

- Si aja, 7 años sin vernos, ni una llamada, ni un mensaje y después de la nada quieres que te haga un favor.

- Jajaja -se río escandalosamente- Quiero que cuides a alguien. -dijo poniéndose todo serio.

- ¡¿Pero qué...?! -dije molesta.

-No será tan malo. -Dijo mientras hacía pucheros.

-Lo dudo-dije cruzándome de brazos-Yo vengo aquí de vacaciones y tú me haces cuidar a tu hijo.

-No es mi hijo, es mi mejor amigo. -Soltó a la defensiva.

- ¿Y acaso no se puede cuidar solo?

-El no es de aquí ¿Si?, Es de Londres, necesita donde quedarse y sus padres confían en que está a salvo aquí.

- ¿A salvo?

-Nada... solo olvídalo, serán 3 días, no será mucho, además yo pagaré su habitación del hotel y todo lo demás, ¿Lo harás? -Dijo hablando demasiado rápido.

- ¿Dónde está? - bufé con desgano aceptando el hecho de que ya no sólo seríamos mi hermana, mi prima y yo.

-Ahí viene -contestó haciendo un movimiento de cabeza hacia atrás de mi.

Giré sobre mis talones en dirección hacia aquel chico, y entonces pasó tal y como en las películas; donde una chica conoce al chico de sus sueños. Sucede tal y como si todo fuera preescrito. Todo se vuelve de color rosa y no te enfocas más que en esa persona. Me miró, lo miré, le sonreí, me sonrió, ¿Acaso era él, el chico de mis sueños?

- Hola -dijo ese chico de cabello castaño y ojos azules con una tierna sonrisa -traje unas sodas de la maquina.

- Hola -sonreí inexplicablemente. Me tendió una y me alzo una ceja en forma de pregunta. -Qué lindo -dije tomando una -Gracias.

-Alice, el es John. John ella es Alice. -Zack nos miró mientras nos presentaba al otro.

Esa semana algo cambió, John se hizo mi novio.

Mi nombre es Alice Stone, 16 años, con residencia en Argentina, pero nacida en México. ¿Mis ojos? Bueno, mis ojos son diferentes a los de otras personas. Tengo un ojo verde y otro azul. Y no, no son pupilentes, algunos nacemos así, otros los desarrollan por enfermedades. Pero yo nací así. ¿Por qué? No lo sé. Mi madre empresaria, mi padre dueño de una disquera y mi hermanito de un año se quedaron con nuestra familia de México en Monterrey. Mientras mi hermana de 15 años y yo estábamos de vacaciones con mi prima en Miami; ahí encontré a Zack uno de mis mejores amigos de la infancia y conocí a John.

Pero la vida es inexplicable, a veces uno cree ser feliz, aunque en otro momento la vida te arrebata todo lo que te importa.

¿Pero saben que es lo peor? Lo peor es que duele más estar vivo que muerto, duele más tener malos recuerdos, duele más enterarte de varias cosas sobre ti que no sabias, pero sobre todo duele más saber que tu vida es un completo engaño.