Capítulo 23

472 61 16
                                    

Luego de que Rin se fue a Australia, todo había cambiado para Haru. Y lo malo es que no había cambiado para mejor, sino que para todo lo contrario. El niño se volvió más callado y antisocial de lo que era, muy pocas veces pronunciaba palabra y si lo hacía era solo con Makoto. El castaño no podía evitar sentirse deprimido al ver a su mejor amigo en ese estado. Nagisa había insistido en multiples ocasiones para volver a la piscina, hasta que finalmente con ayuda de Makoto lograron convencer a Haru, con la excusa de que el agua le sentaría bien, pero aun así, para el chico de ojos azules nada era lo mismo sin el pelirrojo. Cuando llegaron, el niño se zambulló, y por unos momentos pudo olvidar sus penas, pero duró poco al percatarse de un pequeño tiburón de juguete que se encontraba flotando a un costado de la pileta.
Después de ese día, Haru nunca más volvió a poner un pie en la propiedad del vecino.

Algunas noches a escondidas visitaba la habitación E sólo para dormir en la vacía y fria cama que alguna vez había correspondido a Rin. Aferrado al tiburon de juguete, deseando que el pelirrojo lo abrazara por la cintura para consolar su sueño. Pero aunque lo deseaba con toda su alma, no sucedía.

Tres semanas después de visitar por última vez la piscina del vecino, el pelinegro recibe un segundo golpe, al enterarse de que Makoto había sido adoptado por un hermosa familia, y que él iba a convertirse en el hermano mayor de dos gemelos menores. ¿El pelinegro debería alegrarse por su amigo?¿Debería felicitarlo? Si, debería, pero aún así no lo hizo. Solo se quedó en silencio, mientras pensaba como otra persona se alejaba de su vida.
Nagisa y Rei eran los únicos que quedaban. Y aunque Nagisa no perdía sus esperanza tratando de animar al delfín, poco a poco se dio cuenta de que era una tarea casi imposible, y que tal vez no era la persona indicada para lograrlo.

El rubio fue adoptado una tarde de otoño, por una familia con 3 hijas mayores que el niño, pero aun así este estaba feliz de que al fin había encontrado una familia que lo ame.
Días despues se fue Rei. Dejando a Haru sólo y a la suerte del destino.
Los compañeros de cuarto de Rin y hasta Kisumi y Ayato habían sido adoptados. Habían entrado nuevos niños, pero ninguno se hizo amigo de Haru, ni este mostraba interés en hacerlo, solo se quedaba encerrado en su cuarto o dormía bajo el árbol de cerezos.
Con el tiempo las hermanas fueron preocupandose cada vez más por el niño, decidiendo de que ya era hora de buscarle una familia, quiera o no. Y así lo hicieron, obligandolo a ir a un hogar adoptivo. Pero nada cambiaba en su actitud, siguiendo estando decaído y callado como en el orfanato. Lo único que cambiaba era que por las noches se escapaba de casa, para luego ser devuelto por la policía a sus respectivos tutores. A esas alturas Haru ya no le importaba volver a las frías calles, ya no le importaba nada.

Mientras tanto en Australia, Rin tampoco llevaba la mejor vida. A pesar de que había sido adoptado por una familia encantadora, las constantes burlas de sus compañeros por su forma de hablar, sumándole el intenso entrenamiento que recibía en el club de natación, imposibilitaban una vida normal para el pelirrojo.
A menudo le había insistido a su representante, Sakamoto, volver a Japón, la tierra en la que había nacido, para poder volver a ver a sus amigos. Pero este se negaba rotundamente y le decía que no pondría un pie en ese país, hasta que le trajera una medalla correspondiente a una competencia internacional sumamente importante.
Desde ese entonces Rin se prometió esforzarse cada día para así ganarla y poder ver de nuevo a sus amigos. ¿Pero cuanto tiempo tardaría para obtenerla? La respuesta era indefinida, pero no podía evitar que los pensamientos negativos intervinieran.
Cada vez que fallaba en una carrera contra otros chicos de su edad, se regañaba diciendose que le había fallando a Haru y a su propia madre. Llevándolo a una depresión que luego debía ser tratada urgentemente por un psicólogo.
La presión que se ejercía sobre él, era realmente monstruosa, haciendo que el mismo saliera herido en esa batalla que enfrentaba día a día por mejorar.
Solo las noches eran momentos de tanquilidad para él, quien mientras se encontraba acostado en su cama, miraba a través de la ventana el cielo. Soñando con que cada vez más se acercaba a Japón.

...

"Mamá te pido que cuides
de Haru por mí, dale las fuerzas necesarias para seguir adelante y tu amoroso cuidado como me lo diste a mí. Te quiero mucho y te deseo buenas noches" susurró el niño de ojos rubíes mientras observaba con detenimiento cada una de las estrellas, imaginando que su madre formaría parte de una de ellas. Cerró sus ojos, para luego quedarse sumergido en un profundo sueño.

-----------------------------------------------------------------
Holo, feliz no-mitad de semana ☆
Ya se que no subí ayer, pero estaba muy cansada para actualizar, así que se los traigo hoy. :D #Nomepeguenplz

Y ya se que es un capitulo un poquitito corto (#Nomepeguenplz x2) pero quería aclarar más o menos lo que ocurrió con cada uno luego de la separación, como los afectó y el impacto que tuvo en ellos, para que así luego entiendan lo que pasara después.

En fin nos vemos el sábado. 👋
Bye ♡

Dulce inocencia ♡Rinharu♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora