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Fernando va a paso firme pero ligero.

- ¿Qué pasó? - Lo detengo. Sé la respuesta, la actitud de José no parece ser de las más amigables.

- ¿Viste su reacción al ver tu interrupción? Te lo dije. Te lo advertí. - No entiendo cual es el peligro, solo es una persona.

- Una de las razones por la cual prefiero evitar chocar con el líder de "Génesis", es porque siempre está alerta. Como si alguien lo amenazará. Las consecuencias, no son las mejores. Podrá tener el mejor liderazgo, pero solo lo tiene por la información que posee, eso le da ese puesto. Ni siquiera el Capitán trata de quitárselo. - Me confunde... - No creas todo lo que ves en este lugar. Las divisiones son enormes. No lo logras imaginar. Esta unión es una farsa. José solo quiere llegar al poder y convertirse en dictador... - este comentario fue el que hizo estallar la bomba ¿debo confiar en esta gente? ¿Fernando es leal? - "Génesis", es solo la herramienta con la cual lo conseguirá.

- No sé qué decir al respecto... - Todo este tiempo Fercho ha estado asumiendo la posición de peón. Igual que con las presiones sociales. - ¿Por qué no atacaron antes? ¿Por qué ahora?

Fernando mira atrás, como si presintiera que nos están observando, me coge del brazo y me guía por la entrada que se abre lateral, me dirige en silencio hasta la plataforma donde nos deja en uno de los niveles superiores de la colmena. Él, camina rápido y seguro de cada paso, lo que me hace estar alerta según sus últimas palabras: "Esta unión es una farsa, José solo quiere llegar al poder y convertirse en dictador...".

Entramos en lo que parece ser su recamara personal. Cierra la puerta y dice:

- Simple, estuvimos esperando a que el país se viera tan debilitado que un golpe directo a la política recaería sobre el resto de la sociedad.

- Eso no tiene ningún sentido... - digo confundido. Se me acerca, con una actitud fría, seca y directa.

- Si lo tiene, no creerás que la bomba que estallo hace tres meses fue solo coincidencia, o ¿sí? El incendiar las alcaldías fue solo un pequeño paso dado por José, pero el pez gordo, fue la mitad de media sociedad. No creerás que el gobierno y el estado lo hizo todo, o ¿sí? - Se lo que significa, "Génesis", fue corrompida. Lo que hace que mi ira se expanda más. - ¿Por qué se coloco la bomba en lugar donde había a un subcomandante y un Alfa? Con José no se juega.

- El Gobierno y el Estado, fueron corrompidas por los rebeldes... - es lo que más me sorprende.

- Por eso, cuando te dije que nosotros no la habíamos soltado, es porque fue así, José dio la orden a los más allegados al presidente, sugerirle una detonación en ese punto estratégico, un punto, donde supuestamente estaba minado de rebeldes, y para el líder, supuestos traidores a "Génesis". Lo que hizo el presidente fue darle el camino directo al poder. Solo era cuestión de días en que la sociedad se dividiera en bandos y comenzarán matarse.

- ¿Entonces qué haces en este lugar? - Es lo más incoherente que me ha dicho desde que desperté.

Fernando aparta la mirada y me da la espalda, como si lo que me quisiera decir le pesara.

- No puedo abandonar... - su tono suena cansado.

- ¿Por qué? - No es difícil.

- Porque, desde que llegué a este lugar he estado convencido de que podemos lograr algún cambio. Aunque, si "Génesis" fue corrompida, hay una oportunidad de derrocarlos. Irónico, ¿no? Una rebelión dentro de otra rebelión. - Se ríe. - Además, si pudiera dejar este movimiento rebelde, no tendría a donde ir. Conozco la sociedad. Conozco la situación... - su tono se vuelve tosco - No conoces mi misión.

- ¿Cuál es tu misión? - Fernando me ha estado ocultando cosas, pero sigue siendo leal, admiro eso, creo.

Fernando se da la vuelta, me mira a los ojos, con consuelo.

- Matarte... - Retrocedo, con un gesto de sorpresa en mi rostro.

- ¡¿Qué?!

Fernando camina de manera alerta. Acercándose. Sus manos se mueven en señal de que me tranquilice.

- Espera. Escúchame... - ¿Debo hacerlo?

- ¡¿Por qué debería?! - Mi tono de voz se eleva.

- Porque soy quien te puede salvar la vida... - no entiendo nada. - Veras, todo lo que te he dicho es real, pueda que al principio no, pero tengo mis órdenes. Sé que pasas por una prueba de determinación, pero lo que voy a decirte es lo único que aclarará tus dudas.

Toda la colmena, es mi prisión. Exhalo. Asiento.

- Mi supuesta muerte, mi inicio en "Génesis", los ideales de los rebeldes, la muerte de tus familiares, las divisiones que se han generado en toda Colombia..., todo, todo es real. El verdadero enemigo es José.

- ¿Por qué debo confiar en ti? - Digo de manera agresiva.

- Porque ahora, te estoy diciendo la verdad. "Génesis" cree que tienes información que los implica, ¡que nos implica! En todas las situaciones del país: violentas, corruptas, políticas, atentados, robos, y, gran parte de ella es verdad. Mira, lo estoy arriesgando todo, eres la última persona que me queda. Mi única familia...

Ya no sé en quien creer. La guerra ha abierto cicatrices, pesadillas, lealtades en duda, bandos...

Debo organizarme. Fernando aún está jugando el juego. Si quiero salir de aquí, debo volverme uno de ellos.

- Supongo que no tengo opción. - Digo de forma pesada.

- Si, si la tienes, - se acerca y me toca el hombro. En su rostro una sonrisa se dibuja - en la primera oportunidad de escape, te ayudaré a salir de acá. Yo te metí en esto, yo te voy a sacaré. Solo te pido, que confíes en mí.

Mi libertad depende de que también juegue mi siguiente carta.

- Bien - suspiro.

- Ahora, dejando a un lado el tema, debemos concentrarnos en tu entrenamiento. Cuerpo a cuerpo.

Nunca he sido bueno en las peleas, por lo general, las evitaba todo el tiempo.

- Sígueme. - Dice.

Fernando me hace seguirlo. Bajamos por la plataforma central y cogemos a mano derecha donde se abre un corredor ancho, medio iluminado.

- ¿A dónde vamos?

- "Génesis", se caracteriza por una de sus formas de entrenar a sus soldados. El estadio, contiene todo lo necesario para obtener habilidades prosperas. Aquí aprenderás a convertirte en un Alfa. - Dice mientras camina delante de mí con su postura firme.

****

En las cuatro horas que transcurren, Fernando me ha hecho desde correr, ha saltar, desde golpear hasta esquivar. La única parte dura es a la hora de trabajar con los cuchillos.

- Debes de subir este brazo para que la posición del cuchillo sea correcta, - coge mi brazo derecho colocándolo de manera en que la navaja este mirando al oponente, - ahora este otr...

- ¡Fernando!, - El Capitán. Debería dejar de llamarla así. Lina llama la atención del Alfa.

- ¿Capitán? - Contesta este un poco asombrado - ¿Pasó algo?

- Si. Son los Bravo. Los perdimos.

TIERRA DE NADIEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora