Capitulo III: Intromisión
La luz que entraba por la ventana le obligó a abrir los ojos, aunque se sentia demasiado perezoso como para levantarse en cuanto se había despertado. Estiro tanto sus brazos como sus piernas, y despues termino por levantarse de la cama, tallando uno de sus ojos. Se dirigio al baño a cepillar sus dientes, y luego recorrio la casa en busqueda de sus padres. No había ninguno de ellos en casa, y miro una nota en la cual le avisaban que habían salido más temprano, pero que no era necesario que el trabajase hoy en las cosechas. Termino por cepillar sus dientes, cambiadose las pijamas tambien despues de darse una rapida ducha. No es que no le gustara trabajar, pero en estos momentos se sentia con muy pocas ganas de estar en el trabajo, tenia cierto dolor de cabeza por culpa de lo que había sucedido anoche.
Si, despues de lo que sucedio con aquel sujeto y luego lo de Todomatsu, le había dado varias vueltas al asunto para tratar de comprender que estaba pasando, pero si lo ponia asi, el solo entendia que ese sujeto debia tener bastante poder, justo como Todomatsu había dicho. Le provoco cierto estres la situación, pero esperaria a que su amigo le visitara para poder recibir una buena explicación, asi que lo mejor para él era no seguir pensando en esto.
Corto una rodaja de pan y le untó mantequilla despues de haberse preparado un cafe como desayuno, el cual acompañaria con uno de los libros que había adquirido recientemente. Era una mañana perfecta, pacifica, le encantaban los dias asi. Sentía que le hacia mucha falta el poder relajarse como lo estaba haciendo ahora.
Prosiguio con su lectura mientras desayunaba, hasta que escucho a alguien llamar a la puerta. Dio un leve suspiro, de seguro y era Todomatsu quien venía a verlo después de lo que sucedio ayer, así que se levantó de su lugar para ir y atender a su llamado. En el momento en el que abrio la puerta, casi le da un infarto cuando la persona que estaba ahí no era Todomatsu, si no alguien más, quien se lanzo hacia el para abrazarlo.
-¡Cho-ro-ma-tsu!- exclamó con voz melódica y una amplia sonrisa mientras que lo abrazaba y cerraba la puerta con un pie, como si estuviese en su propia casa.
-¿¡Qué demonios haces aquí?!- gritó Choromatsu histérico, ese hombre que se había topado la noche anterior, quien se hacia llamar Osomatsu, estaba en su casa, y además abrazandolo con demasiada confianza. -¡Sueltame maldita sea!-
-aww, te extrañé mucho, ¡no pude dormir de solo pensar en volver a verte!-
Sintió un gran deseo de morir, o en otro caso, vomitarle encima lo que acababa de comer.
-Maldito bastardo- le dijo, haciendo uso de su fuerza lo empujo, haciéndole chocar con la pared. -¿¡Quien crees que eres para entrar a mi casa así?! ¿¡Como diste con mi dirección?!-
-Hey, tranquilo, no necesitas ser tan agresivo- respondió con media sonrisa. -Totty es un chico muy leal, me dijo donde vivias~
-Ese maldito...Me las va a pagar- susurro, aunque luego lo miro con el ceño fruncido. -¿Y que demonios quieres? ¿No te quedó claro que no queria volver a verte nunca? ¿Acaso eres tan estúpido como para no haberlo notado?-
-eh~ te dije que quería verte, enserio pensé en ti durante toda la noche, necesitaba verte- le sonrio de nuevo.
-Me das asco- dijo, algo que expresaba claramente con el rostro. -Lárgate de aquí, o esta vez te dejaré un ojo morado, estas invadiendo mi hogar-
-¿Ves por que quería verte? Eres tan rígido, se nota que le falta diversión a tu vida... ¡Vine a darte diversión!-
-¿Qué...?- Choromatsu cada vez entendia menos a ese sujeto, y no queria seguir relacionandose con él. -Solo dejame tranquilo y lárgate, entiende que no me importa en lo más mínimo lo que hagas, y tu me importas aún menos. ¡Sal de aquí!-
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¡Oh, mi principe! (Osochoro)
FanfictionSu sonrisa, su cautivadora mirada, sus pequeños gestos adorables, inclusive cuando lo molestaba y hacia enojar. Choromatsu amaba cada cosa de ese hombre. Todo comenzó aquel dia, cuando por cortesía de uno de sus amigos, Choromatsu había entrado a un...