Capitulo VIII: Confía en mi
Esa noche, Choromatsu había aprendido varias cosas. Una de ellas era que el principe le resultaba cada vez más extraño, pero a la vez, había logrado entender mejor como era este. Era torpe, molesto, no respetaba su espacio, desesperante, infantil, atrevido, sin vergüenza, bromista, gracioso, alegre, amable, atento, único...
En verdad se sentía confundido con respecto a él. Cuando creía que ya le estaba tomando el hilo y comprendiendolo, hacia algo que lo descolocaba por completo. Era verdaderamente molesto, pero no era una mala persona. No tenía malas intenciones mas que la de ese amor pasajero de aventura que quería tener, después de todo era algo que ya habia comprendido, que lo que Osomatsu deseaba era ser amado por una pareja que el escogiera. Pero ese era un enorme dilema que Choromatsu no sabía cómo descifrar...¿que debía hacer? ¿en verdad se tenía que enamorar de él...? ¿Sería obligado por Osomatsu a que lo amara? No...estaba seguro de que si a su debido tiempo no llegaba a sentir nada, el príncipe lo dejaría tranquilo. O almenos quería creer en esa idea. Por el momento sólo se dejaría llevar (aunque eso no le había salido del todo bien esa noche) y dejaría que los sentimientos que llegase a tener se dieran de la manera más natural posible.
Por eso, aquella noche que terminó siendo una especie de desastre y dejó muy confundido a Choromatsu, terminó siendo su primera cita, junto con la promesa de seguir viendose en ese mismo lugar durante otras noches y continuar manteniendo esa extraña relación que estaban formando.
Noches que para Osomatsu eran hermosas y disfrutaba al máximo, noches que para Choromatsu llegaban a ser tortuosas en un principio pero que poco a poco comenzarían a volverse agradables y divertidas.
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-¡Jyushimatsu! ¿¡Otra vez!? ¡ve a cambiarte de ropa! Si el rey o la reina llegan a verte así me van a regañar-
Todomatsu reprendió a Jyushimatsu, otro de los fieles servidores dentro del castillo, quien por su locura y juegos se había colocado el uniforme de chica y realizaba la limpieza así.
-¡Pero este es el uniforme que me dieron hoy!¡significa que debo usarlo hoy!- dijo, casi con una mirada sería.
-¡significa que se equivocaron! ¡y que debías pedir el de varón!- suspiró, estar a cargo de Jyushimatsu llegaba a ser demasiado agotador. -¿y por qué te pusiste los calcetones? ¡te quedan demasiado apretados! Mientras no te hayas puesto la ropa interior de chica todo estará bi...- dejó de hablar, entre cerrando los ojos al verlo. -....no te la pusiste, ¿verdad?-
-¡pensé que era parte del uniforme!-
-¡Jyushimatsu!¡enserio tu...!-
Antes de que Todomatsu terminara por explotar de la desesperación, la puerta abriéndose le hizo sentir un escalofrío, temiendo por su trabajo en el castillo se giró a ver, sólo para encontrarse con que era el príncipe quien estaba ahí, cosa que le hizo sentir enteramente aliviado.
-¡Totty!- exclamó un alegre príncipe, corriendo de inmediato hasta el mencionado y abrazándolo, terminando por cargarlo un poco y dar vueltas en su lugar mientras sonreía. -¡mi querido Totty!-
-¡w-wah! ¡h-hey! ¡b-bajame!- dijo, con un suave sonrojo en las mejillas pero terminando por abrazarlo para no caerse ni perder el equilibrio.
Osomatsu terminó obedeciendo, bajandolo pero manteniendo su alegría. Apenas vio a Jyushimatsu ladeó la cabeza confundido, pero igual se acercó y lo abrazó, esta vez cargandolo a él y dando vueltas.
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¡Oh, mi principe! (Osochoro)
FanfictionSu sonrisa, su cautivadora mirada, sus pequeños gestos adorables, inclusive cuando lo molestaba y hacia enojar. Choromatsu amaba cada cosa de ese hombre. Todo comenzó aquel dia, cuando por cortesía de uno de sus amigos, Choromatsu había entrado a un...