Capitulo 9

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- Ya llegué. - dije vagamente entrando al apartamento luego de aquella charla con Emmet.

- Oh, que bien, estábamos a punto de empezar a ver una película. - dijo Rydel emocionada desde el sofá mientras aguantaba un recipiente con palomitas. A su lado se encontraba Ross que al llegar se volteó a verme y me sonrió, sin embargo yo solo cambié la mirada.

- Que bien, espero que la disfruten. - dije desganada. Estaba lista para entrar a mi cuarto y no volver a salir hasta mañana, cuando la voz de Rydel me detuvo.

- ¿Qué? ¿Para dónde vas? Tú también la vas a ver con nosotros. - dijo y se levantó del sofá para dirigirse a mí. Tomó  mi muñeca y comenzó a arrastrarme hasta el sofá.

- Rydel, realmente tengo que estu...- estaba lista para darle mi mejor excusa.

- ¿Qué dices? Eso lo puedes hacer luego. Ahora comparte conmigo, ¿Sí? - dijo y me miró haciendo un puchero.

Sin más elección asentí de mala gana y me senté a un lado de ella mientras en el otro se encontraba él. Todos estábamos sumergidos en un inmerso silencio, en las partes cómicas solo Rydel se reía, en las partes de acción solo Rydel se alteraba, en las partes de tristeza solo Rydel se ponía triste y en las partes felices era ella la única que sonreía. En cambio yo, solo estaba pendiente a la hora, pensando cuándo terminaría la película y me podría ir a mi cuarto.

- Oh, parece que alguien me está llamando. - soltó Rydel casi cuando la película se estaba acabando. - Lo siento chicos, vuelvo en seguida. - dijo. Le dejó el recipiente con algunas palomitas a Ross y se llevó su teléfono en la mano. Realmente nunca lo escuché  sonar para ser sincera.

Rydel salió del apartamento y nos dejó a nosotros dos atrás. Ross carraspeó levemente y continuó dejando su vista fija en la pantalla del televisor.

No me gustaba estar así, este tipo de situación me aterraba en cierto sentido.

- Em...¿Quieres palomitas? - preguntó Ross a un lado y extendió el recipiente hacia mí.

- No. - dije sin expresión y continúe mirando la película que no entendía hasta el momento.

- Ah si, claro. Entiendo. - dijo rápidamente y volvió a si posición anterior.

Realmente quería palomitas, pero no le daría el gusto. Luego de eso se había convertido un ambiente mucho más incomodo de lo que era hace un rato.

- ¿No crees que se parecen a nosotros? - dijo Ross de la nada lo cual me hizo sobresaltar. Traté de disimular mi repentino susto y miré hacia al frente tratando de entender lo que estaba pasando en la película en esos momentos.

La chica se encontraba llorando mientras le decía a el hombre frente a ella lo mucho que lo amaba, mientras él la miraba.

Miré a Ross incrédula y aguanté mis ganas de gritarle.

- Claro,  él aprovechándose de la inocencia de ella y ella no viendo la maldad de él. Siempre convirtiendo las mentiras en hechos y nunca buscando la verdad de las mentiras. - dije mientras sentía como mi cara se iba calentando poco a poco por el enojo. Hubiese preferido mantenerme callada y no decir nada, porque había dejado ver que la situación me afectaba.

Pude ver de reojo como Ross bajo la cabeza.

- Yo...yo no quería decir eso. - dijo por lo bajo y me giré a mirarlo confundida. - Ellos conocieron el amor y pasaron por bellos momentos que nunca pensaron llegar a vivir. Conocieron a la persona que hacía que su corazón diera un vuelco por todo, juntos se apoyaron y superaron las fronteras que los demás construían frente a ellos y empezaron a vivir por fin felices. Sin embargo, llegó un día en que todo cambio, todo se tornó al revés, nada iba bien, el amor comenzó a convertirse en rencor poco a poco, los susurros de cariño se tornaron en gritos de enojo y las caricias se tornaron en nada. Finalmente se separaron y tomaron caminos opuestos. Luego de un tiempo se volvieron a encontrar y ya nada era igual. Los recuerdos de un pasado eran solo una mancha en el presente, sin embargo aún quedaban restos de los sentimientos que se tuvieron en aquel tiempo y luchaban por apartarlo. - hizo una pausa y me miró directamente a los ojos. - Sin embargo, recuperaron esos restos y los fueron agrandando, los fueron uniendo y terminaron encontrando aquello que hace un tiempo habían perdido. - dijo finalmente.

Mis manos habían comenzado a temblar y mis ojos se estaban aguando, pero no, no lo iba a permitir.

- ¿Qué es lo que quieres decir? - dije entre dientes mientras sentía mi labio temblar.

- Quiero decir, que podemos recuperar lo que perdimos. Que podemos tomar esos restos de lo que hubo entre nosotros y recuperarlos. - dijo y se acercó a mí.

- Pues déjame decirte que esos restos de los que hablas los boté hace mucho tiempo. - me levanté del sofá y me giré a mirarlo. Él había dejado su mirada fija en el lugar que hace unos segundo yo ocupaba. - Y no pienso recuperarlos. - dije finalmente y limpié la pequeña lágrima que se atrevió a salir de mis ojos sin permiso. Ross me miró por última vez antes de marcharme a mi habitación y cerrar la puerta tras mi espalda.  

Me senté en la cama y me quedé mirando el suelo, aún sin poder creer lo que había pasado. Mi corazón había comenzado a latir tan fuerte que me había dolido.

- ______ - escuché la voz de Ross tras la puerta y mis sentidos se volvieron ha activar. - Tu no piensas recuperarlos, pero yo sí. - dijo finalmente. 

¿Qué?

Comenzar de nuevo (Ross Lynch y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora