Sounds Live Feels Good | 5SOS

Capítulo 16 "¿Que tan borracha estaba?"

-¡A celebrar! -gritó Calum-.

Todos estábamos en un bar en Verona, horas después del concierto de hoy.

Si, pagaron para que pudiera entrar.

Estábamos en la barra tomando bebidas con nombres extraños.

Si, yo también.

-Tengo ganas de ponerme bien borracho -dijo Dylan-.

-Sería la segunda vez y no lo deberías de hacer, fuiste muy cruel con el chihuahua -dije recordando la fiesta de Leslie-.

Dylan iba a decir algo, pero volvió la vista hacia su bebida y la alejo de él.

-¿Chihuahua? -preguntó Luke-.

-Confundió al Chihuahua con una morena de pelo largo -dijo Logan-.

-Tuvieron una sesión candentes de besos -dijo Evan-.

-Lambidas -corregí-.

-Suficiente -dijo Calum a punto de vomitar-.

-¿Hace cuánto fue eso? -preguntó Ashton-.

-Hace casi dos años -dijo Dylan-.

-Les proponemos algo -dijo Michael y todos lo volteamos a ver-. Ustedes cuatro toman hasta ponerse borrachos -nos señaló a Dylan, Logan, Evan y a mí-. Y nosotros cuatro nos hacemos responsables -señaló a Ashton, Calum, Luke y a él mismo-.

-¿Qué tiene de divertido emborracharse? -rodé los ojos-. Solo dices estupideces y tratas de hacerlas, pero no puedes porque te tambaleas todo el tiempo.

-Yo sí me animo -dijo Logan-. Sería la primera vez que lo hago y nada mejor que hacerlo entre amigos.

Michael y Calum chocaron palmas con Logan.

-Yo también -dijo Evan-. Siempre hay una primera vez para todo.

Sonrió y Ashton le dio unos golpes en la espalda.

-Prometan que alejaran a cualquier animal -dijo Dylan-.

-Dylan... -dije-.

-Lo prometo -dijo Luke y choco su puño con el de Dyl-.

-¿Qué hay de ti, Nirv? -preguntó Calum sonriente-.

-Solo no le digan nada a mi mamá -dije mordiéndome el labio-.

Los chicos se emocionaron.

Tenía curiosidad de hacer lo que un borracho.

Era muy fácil de convencer.

-¡Una ronda de shots! -gritó Luke-.

Al cabo de unos minutos un mesero nos atendió.

Dejo los caballitos frente a nosotros.

-Toman el caballito, se toman el tequila y chupan el limón -dijo Ashton-.

Olí el líquido.

-Esto huele asqueroso -hice una mueca de asco-.

-Tienes que tragártelo, aposté treinta dólares con los otros idiotas a que eras la primera en acabarte los seis caballitos -susurro Calum-.

-¿Tendré una pequeña comisión? -pregunté-.

-Te cambiare la cama -rodó los ojos-.

-Hecho -sonreí-.

Al llegar al bus Calum y yo discutimos por la misma cama, ya que esta era la única con ventana que daba hacia afuera.