Capítulo 9, final: you can

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La blanca luz cubría por completo su ser. Era cómoda, era completamente cálida, se sentía tan llena de paz.

En medio de aquella vacía nada se hallaba flotando. Sintiéndose como parte de todo y a la vez percibiendo una fuerte pena muy en lo profundo en su interior.

                           ¿Por qué te sientes así?

La voz resonó en su mente, pero también en todas partes... en ninguna. Siendo absoluta y no existiendo. Siendo real y ficticia.

<<¿Por qué?>>

Pensó, y su voz se potenció como un eco imponente en medio del vacío y de la totalidad.

-¿Ayanami?

Dijo con voz tímida al vacío, esperando verla, esperando oírla, esperando sentirla y sin embargo... ahí no había nadie y estaban todos... ahí estaba él y nadie.

                           Estoy aquí.

Shinji Ikari movio su cabeza, giró su cuerpo, buscó en medio de aquella inmensidad de luz y calidez y no vio nada. No vio a nadie. Difícilmente se vio a sí mismo pese a que se sentía y sabía que ahí estaba.

-No puedo verte, Ayanami... ¿dónde estas?

                           Contigo.

-Pero... si no te veo, si no te siento, si sólo te escucho... en verdad estas aquí.

El silencio fue la respuesta que en ese espacio vacío se le presentó. De repente, en medio de la luz su cuerpo se hizo más visible y distinguible. Él joven muchacho, Shinji, finalmente pudo ver sus delgadas manos, su piel morena, pudo tocarse su cuerpo y percibirlo como propio por primera vez desde que se encontraba en ese inmenso mar de luz. 

Una cálida mano le tocó el hombro, su hombro, y él se volteó asustado. Ahí estaba ella, Ayanami, sonriéndole feliz, tranquila...

-Es una pregunta difícil de responder esa que me has hecho -dijo con voz tranquila mientras lo abrazaba- sobre todo en este lugar.

Fue entonces que él lo notó. Al ser abrazado por Rei sus cuerpos se entremezclaron, era como si no hubiese límites pese a que él sabía y era consciente que él era él y Rei era Rei.

-¡¿Pero qué?!

Dijo sorprendido y entonces cayó y percibió una superficie de la cual no se había fijado sino hasta ese momento.

-Estamos en la expresión máxima de la instrumentalización -le dijo Rei mientras con sus ojos como rubíes lo miraba intensamente- en este espacio no hay leyes, no hay lógica, no hay dolor, no hay sufrimiento. Nada ni nadie te puede herir pues aquí todos somos uno.

-¿Pero acaso eso no haría que nadie fuera nadie?

Rei lo miró con calma y se recostó sobre su pecho. La sensación era extraña, no exactamente desgradable, pero sí extraña. Era como si aire tibio rozara su interior y a la vez una extraña masa de agua cubriera su cuerpo.

-El espacio no existe para nosotros aquí... al fin y al cabo en este universo no existen los escudos A.T.

-Son las siglas de "absolute terror"... terror absoluto.

-Sí, el campo o escudo A.T. representa el mayor deseo de los seres vivos. Representa la separación del entorno, la individualidad. Sin la existencia de los campos A.T. nosotros nos convertiríamos en esto, una masa uniforme que vaga por la eternidad, que no puede morir, y que no puede ser afectada por nada pues lo es todo.

-Pero... ¿acaso eso no sería una existencia demasiado triste?

-¿A qué te refieres?

Shinji miró aquel vacío en el que en un inicio flotaba y percibió aquella superficie donde estaba recostado. La calidez del lugar, el aroma de Rei, el suyo propio.

Evangelion 3.1 you can (not) feelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora