Evangelion 3.1 you can (not) feel

Capítulo 8: you can (not) restart

Las anaranjadas y brillantes alas envolvieron a la unidad 01 como si tratasen de formar un capullo de brillante luz. El Eva se colocó en posición fetal mientras era envuelto por aquella brillante esfera que parecía un segundo sol... un sol de muerte que se alzaba sobre los cielos vaticinando el final de todo.

Miles de halos de múltiples colores se empezaron a formar por el cielo teniendo como epicentro aquel anaranjado sol en el cual se había convertido la unidad 1. Uno tras otro, los halos cubrieron con sus cobrizos colores el firmamento y entonces la tierra se partió en dos. 

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El Eva 8+2 caía, la tierra se había resquebrajado en pedazos como si de una fina cáscara de huevo se tratase. La sangre del gigante rosa y rojo caía como un rocío escarlata siendo tragada hacia la inmensa y oscura profundidad. En ese instante con absoluta sincronía se escuchó dentro de la cápsula de comando de la unidad la voz al unísono de ambas pilotos.

-Inicializar modo de inversión, código secreto, ¡The beast!

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En medio del caos, de rocas que flotaban por el cielo, de sanguinolenta agua que se movía como si de un río de caos se tratase el cual intentaba tocar al firmamento, en medio de los cadaveres de decenas de unidades de producción en masa de los evanglion desmembradas y destrozadas Kaworu pudo ver cómo una cruz de luz roja ahora se elevaba hasta los cielos.

<<Si dios decide llegar desde los cielos a impartir su mandato, el diablo se alzará desde la tierra para luchar en su contra>>.

Un par de brillantes alas negras salieron desde la aquella cruz y ahí, sobre los cielos, pude ver ala unidad 8+2 alzarse poderosa como un demonio salido de las más oscuras tinieblas para enfrentarse a la unidad 01.

-No se los permitiré, nadie va a herir de nuevo a Shinji.

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Su corazón dolía, desde hacía mucho su corazón dolía. Ella le amaba, pero le odiaba. Ella lo quería enaltecer y destruir. Esa dicotomía se había mantenido en su corazón, en su mente, en su alma durante tanto tiempo... pero este no era el momento de dudar. Mari le había compartido tantos secretos, ella le había mostrado el cruel destino que les esperaba y contra el cual ella lucharía hasta el amargo final. Ella quería a Shinji, el muchacho tímido le hacía despertar sentimientos que desde hacía mucho tiempo ella había decidido ocultar en lo más hondo de su ser. 

<<Soy la mejor>>

Eso era lo que se había inculcado desde una tierna edad.

<<Soy fuerte>>

Esa frase era la que le había marcado durante toda su vida, y esa era la razón por la cual odiaba y amaba con tanta intensidad al sensible muchacho. Shinji era digno de ser amado pero era débil, y amar a una persona débil te hacía a tí igualmente débil. Los débiles estaban destinados al fracaso, por tanto, a no ser los mejores. Ella no podía ser débil pero le amaba. Ella no se podía permitir un fracaso pero sus emociones la habían traicionado. 

<<Shinji debe morir>>

Fue lo que pensó cuando descubrió los pergaminos del mar muerto y las implicaciones que ellos daban con respecto al mundo.

<<Shinji debe morir>>

Pero aún así, le había rescatado pues aunque le doliera admitirlo aquel muchacho de cabellos castaños era a quien su corazón había decidido amar.

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Era inevitable, ella lo sabía, pero iba a luchar. Ella quería vivir y por ello ella iba a luchar.