Las suaves manos acariciaban dulcemente su rostro mientras los rayos de un sol veraniego se entrecruzaban azarosos por entre las hojas de un esmeraldino roble. Con los ojos cerrados, una sutil sonrisa cruzó sus facciones mientras dejaba que aquellas blancas joyas continuaran desbordando afecto sobre su piel. Eran esos pequeños instantes, esos momentos de perezoso deleite los que hacían que Shinki Ikari pudiese sentir verdadero afecto por aquel hermoso ángel que finalmente le había extendido su mano en aquel momento de dolor. Estar recostado sobre su amigo, debajo de la sombra del árbol mientras un cielo azul safiro se despliega en su inmensidad y múltiples nubes de algodón se mecen en el firmamento lograban que Shinji pudiese sentir una inmensa paz.
-Kaworu... -susurró mientras abría sus ojos y se extasiaba en la ambarina mirada de su mejor, y único, amigo- ¿podemos seguir así por siempre?
El rostro de Nagisa Kaworu mostró una débil sonrisa mientras alzaba la mirada para fijarla en algo indetectable en el horizonte.
-Por tanto tiempo como tu lo desees, Shinji.
La briza rozó agradablemente el rostro de ambos y Shinji, levantándose un poco para acomodarse mejor se dejó caer sobre el vientre de Kaworu y le abrazó con fuerza perdiéndose por un instante en ese familiar olor a vainilla que le resultaba tan relajante.
-Quisiera seguir así para siempre -dijo inhalando profundamente la dulce fragancia que había asociado con el pasar de los días con la palabra hogar- después de todo tu eres mi vida.
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La fría celda metálica daba desde afuera la impresión de ser más que una estancia un sarcófago de gran tamaño, los rayos de blanquecina luz apenas y se colaban por debajo de la rendija de la puerta e iluminaba precariamente unos 3 milímetros de la habitación. Aquella celda carecía de cualquier comodidad adecuada para un humano, siendo sólo un espacio casi por completo vacío salvo por la presencia de un muchacho de unos 16 años de piel y cabello moreno que yacía tirado con la mirada perdida hacia un punto vacío. Si no fuese por el continuo vaivén de su abdomen se podría considerar que aquel muchacho era no más que un cadaver dejado por muerto en esa habitación. Un murmullo de repente se empezó a escuchar fuera de aquella caja negra y la puerta se abrió de golpe. Entrando en la habitación una mujer vestida con un traje completamente rojo y un parche en uno de sus ojos y otra mujer con un vestido enterizo verde lima y sosteniendo una tabla transluminicente de color verde donde una gran cantidad de notas se desplegaban.
-Sujeto HUGELMK001, también identificado como "Ikari Shinji" -dijo la mujer con tono aburrido mientras miraba al muchacho- no ha presentado interacción con el medio desde que fue traído hasta el cuartel general de WILLE. Ante estímulos dolorosos no presenta respuesta, si se le aplica estímulo eléctrico presenta ligera contracción muscular sin otras señales anexas. Ingesta de alimentos nula desde su llegada hace tres días. Sin embargo, sus signos vitales están dentro de los parámetros normales. ¿Qué desea hacer con él, general Shikinami?
La mujer del parche se acercó furibunda hacia el chico quien continuaba tirado en la celda ajeno por completo a la situación que se desenvolvía apenas a unos pasos de distancia, con preseteza y precisión la muchacha le lanzó una patada hacia sus costillas escuchándose casi de inmediato el crepitar característico que mostraba que acababan de romperse. Pese a ello el muchacho no dio muestras de reacción alguna ante la situación.
-Estúpido Shinji -dijo con la general Asuka Langley Shikinami mientras le escupía en el rostro- lo único que me molesta de esta situación es que no parece que estés sufriendo lo suficiente.
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Caminar juntos a la pequeña cabaña que habían construido ambos en aquel bello campo era uno de los pequeños placeres que Shinji no cambiaría por nada en el mundo. Su hogar, ese que habían encontrado por accidente mientras caminaban por aquel extraño prado era todo lo que él siempre había deseado.
Una cocina completa, una nevera repleta de alimentos, una cama grandísima con un acolchado colchón donde, y aunque sonase un triz infantil al decirlo sabía que era cierto, era como dormir en las nubes. Era todo lo que necesitaba. Kaworu se dirigió a la habitación y se lanzó sobre la cama ante lo cual Shinji le acompañó.
-Sabes Kaworu... -dijo Shiniji mientras se acurrucaba junto a su ángel guardián en la gran cama que habían construido entre los dos- si un deseo se me pudiese conceder en la vida, ese sería morir junto a tí como estamos ahora.
-¿Eso te haría feliz?
-Esa sería mi más grande felicidad.
***
Continuará
Próximo capítulo: "Capítulo 2: you can (not) wake".
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Evangelion 3.1 you can (not) feel
FanfictionDespués de los sucesos ocurridos en Evangelion 3.0 you can (not) redo, Ikari Shinji ha caído finalmente en un estado de catatonía, la luz de la vida se ha apagado finalmente y parece que no hay más esperanza. Sin embargo, la puerta de la esperanza a...