Capítulo 5 : Su mirada

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Vero nos llevó al cumpleaños de uno de sus amigos de ingeniería, la fiesta era en una discoteca, nos presentó a personas que nunca antes había visto, pero por suerte si conocía al cumpleañero, así que no me sentí tan incómoda; con algo de suerte encontramos una mesa, André se portó como todo un caballero, hasta nos consiguió unos tragos, y para disgusto mío, trajo a Paul, ahora entendía que hacíamos en esa fiesta, Vero siempre planeando las cosas.

La noche avanzaba y salimos a bailar en grupo, lo malo es que mis pies me estaban matado, no debí aceptar usar los tacos, André parecía darse cuenta y reía al verme, Vero me jalo a la pista a bailar para que Paul la viera en todo su esplendor, no contó con que un par de chicas se lanzaran hacia los chicos y terminaran bailando con ellos. Pobre Vero, arreglarse tanto y un par de chicas le robaron la atención de Paul, apenas termino la canción regresamos a nuestra mesa, André se escabulló de las chicas y nos sacó a bailar, pero esta vez no los acompañe, hacía mucho calor y me fui a refrescar, el lugar estaba lleno, me costaba regresar con mis amigos, hasta que alguien me toco el hombro.

· ¿Daniela? - me gire y frente a mi estaba Mauro, los piernas parecían no responder, él me sonrió y me dio un beso en la mejilla - no pensaba verte aquí, que sorpresa,

· Vero nos trajo, estamos por allá - le señale la mesa donde estaba con los chicos, pero él ni volteo.

· ¿quieres bailar? - me susurro al oído, estaba tan cerca que pude sentir su aliento mentolado, no pude responder y él asumió que eso era un sí.

Tomo mi mano y me llevo al centro de la pista, comenzamos a bailar algo movido y luego cambiaron a una salsa donde aprovecho para bailar pegado y abrazarme luego de cada vuelta, para cuando pusieron una suave él ya me tenía entre sus brazos, de raro en rato me decía algo al oído, preguntaba sobre mis acompañantes, alagaba mi vestido, me decía muchos cumplidos, yo estaba demasiado perdida, solo movía mi cabeza o decía gracias, mi cerebro estaba atento a sus caricias, sentía sus manos en mi cintura, su pecho pegado a mí, sus labios rozando mi mejilla, mientras yo tenía mis brazos rodeando su cuello, lo tenía tan cerca y su perfume era tan embriagador que no me di cuenta que cambiaron de canción.

Me gustaba estar en sus brazos, tenía cierto temor de lo que podía pasar, una voz en mi cabeza me repetía que él lo olvidaría todo mañana, pero quería que ese momento junto a él durará más, pero sentí unas palmaditas en mi espalda y me aparte de Mauro.

· Daniela, al fin te encuentro - era Paul que me tomo del brazo y me alejo de Mauro - Vero te está buscando, creo que ya quiere irse.

· Ya voy - le conteste y me gire para despedirme de Mauro - ya debo irme

· ¿Quédate un rato más? - me miro directo a los ojos, esos hermosos ojos verdes - luego te llevo a tu casa - este chico tenía algo en su mirada que me hipnotizaba.

· Daniela, ¿Si quieres yo llevo a Vero? - me guiño un ojo y mis alarmas se encendieron, Vero ya había tomado y no eran bueno dejarla sola.

· No, ya voy - me gire y me despedí de Mauro, él antes de dejarme ir me dio un beso muy cerca a la comisura de los labios, en ese momento quise quedarme, pero sentí la mano Paul jalarme, así me fui alejando de Mauro y llegue a regañadientes a la mesa con André y Vero.

· André, ¡¿las llevas a casa?!- dijo Paul en seco, parecía más una orden que una pregunta.

· Claro, aun debo ir por mi moto - contesto André al tiempo que se levantaba.

Ahora sí que no entendía nada, se supone que Vero se quería ir, pero era Paul quien nos mandaba a casa, además André se apresuró en sacarnos, no pudieron encontrar mejor momento para ponerse de acuerdo y evitar que Mauro y yo siguiéramos bailando.

Quédate Conmigo ... Así De SimpleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora