Capítulo 73 : Simplemente

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Dany

Me duelen los pies...

La cabeza...

Las muñecas...

No fue la mejor de mis noches...

Jamás pensé que Mauro intentaría...

Solo quería escapar, salir corriendo y...

¿Cómo llegué al departamento?

Recuerdo que salí del edificio y correri ... correri  ... vi un auto... ya no puds más y... recuerdo caer.

Abrí los ojos alarmada, y a mi alrededor un habitación desconocida... Paredes completamente blancas, esa habitación no era mía, ¿cómo llegué aquí?, tenía que levantarme, quite el cubre cama y... ¡esta no es mi ropa!, ¿Por qué tengo vendas?, ¿Qué paso anoche?, ¿dónde estoy?, ¿cómo escapo?.

- Señorita - una joven apareció de la nada - no debería levantarse - se acercó hasta mi.

- ¿Quién es usted? - le pregunté a la vez que ponía mis manos para evitar que se me acerqué - ¿Qué hago aquí?

- Calmese - la joven tenía los ojos más negros e inexpresivos que he visto en mi vida - Debe descansar y...

- No me toque - la aparte.

- Tenga cuidado - ni se inmutó -  puede hacerse daño, recuestese.

- ¡Quiero irme! - traté de levantarme pero la joven no me dejaba.

- Si continúa así tendré que darle un calmante - su voz fue serena pese a ser una amenaza, eso me alarmó más y traté se salir por el otro lado de la cama, al tomarla por sorpresa no puedo detenerme, aún me sentía mareada y no encontraba la puerta.

- ¡La salida! - grité a la vez que me tambalie - ¡Quiero salir!

- Señorita vuelva a la cama - me ordenó.

- ¡Quiero salir! - grite con fuerza.

- No hace falta que te altares - escuche una voz masculina y al fin vi la puerta, de ella aparecía un joven - señorita Mont ¿podría ir por el médico?

- Por supuesto señor, permiso - se retiró con toda serenidad y mi cabeza trataba de entender lo que sucedía.

- Deberías volver a la cama - camino lentamente con las manos  en los bolsillos, era imposible no notar la elegancia pero... tomé lo más cerca que encontré.

- ¡Hágase a un lado! - amenace con lo que tenía en la mano.

- Daniela, puedes irte cuándo quieras, solo quiero que el médico te revisé.

- ¿Cómo sabe mi nombre? - volví a verlo y... no podía recordarlo.

- No ha pasado tanto tiempo pero... esperaba que me recordarás - se acomodó los lentes y...

Quédate Conmigo ... Así De SimpleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora