Capítulo 22: La carrera

551 28 8
                                    

André

Vero se quedó conversando conmigo, primero para quejarse de la batalla de crema y torta, pero luego la conversación cambio.

•Parecen unos críos, mira como quedaste - me señalo completo.

•Solo es un poco de crema - le dije con desgano y luego pensé en jugar un poco - pero si te molesta entonces.... - me quite la camisa y me limpie el rostro con ella - ¿así está mejor?

•Mm... No - me quedo viendo el abdomen - pero casi.

•¿Y qué debo hacer para eliminar es casi?

•Más pesas - me miro sin vergüenza de pies a cabeza - aunque los tatuajes no terminan de gustarme.

•Qué pena - suspire - a mí me encantan.

•¿Te harás otro?

•No creo, al menos no lo tengo planeado

•Qué raro - una sonrisa maliciosa se dibujó en su rostro - siempre creí que eras del tipo "espontáneo"

•Pues no - Vero seguía sonriendo - ¿por qué lo dices?

•Mm.... Eso me pareció ... quizás me recuerdas a alguien

•¿A quién?

•A un chiquillo revoltoso - algo me dice que esa historia no me va a gustar - uno de sus amigos me lanzo al agua en una fiesta... - esto no iba bien, Cesar solía hacer ese tipo de idioteces - arruinaron la fiesta de los... Krentz - ¡Diablos! Este mundo no podía ser tan chico - hasta llego la policía... quizás me recuerdas al chico que grito - ¿no lo digas? No puedo creer que ella estuviera justo ese día - ¿Qué grito? Ah ya recordé... ¡A los fierros!

•Wow... que buena historia - trate de mantenerme relajo, quizás podía confundirla - tienes una gran imaginación.

•¿Imaginación? ,- cruzo los brazos y me miro con reproche - André si quieres lo niegas, pero sé que eras tú.

En algún momento debería hablar con Vero sobre aquella "fiesta", por suerte ese momento no era ahora, Dany ya se había cambiado y ahora se llevaría a Vero.

Esas chicas me volverían loco algún día, aunque me divertían, además no me molestaba llevar a Dany, es más, me resultaba extraño cuando no la llevaba, pero sabía que salía con alguien y era él quien se ocupaba del "transporte", así que al menos por ese día me tocaba a mi llevarla, no negare que hubo un momento incomodo antes de subir a la moto, pero no pude evitar verla con mi gorra, ya había olvidado que se la había dado aquella mañana antes de entrar a clases, era ideal para ella, por eso se la regrese y al tenerla tan cerca reviví aquel momento en la cafetería, cuando no puede evitar rozar sus labios, se veía tan tranquila, su aroma a flores era tan relajante, tan familiar, su piel tan perfecta, ¡Diablos! ¿Qué me está pasando?, ¿Porque me cuesta tanto soltar a Dany?, cuando i móvil sonó desperté, regrese al presente, sabía quién me escribía, no necesitaba verlo.

Conducir con Dany aferrada a mí, era acogedor, se sentía bien, era una molestia tener que alejarme de ese calor, pero ya habíamos llegado a su departamento, se bajó y creo que fue tan rápido que el cambio de calor a frío me afecto y comencé a estornudar. Me dio algo de gracia que me riñera, Dany persa especial, me sorprendió que me diera su chalina, no me opuse, además aún estaba caliente cuando me la puso, tenía el aroma que tanto me gustaba, ¿cómo iba a negarme?

Ojala la noche hubiera terminado ahí, pero Dany tuvo que mencionar a mi madre, sé que ella no sabía que ... Bueno lo mejor era olvidar, no había sido a propósito además aun tenia cosas que hacer, me despedí de Dany y me fui en busca de Cesar, después de todo hoy era el día, Maddy me llamo temprano para recordarmelo, hasta Ren me envió un mensaje, al parecer todos estaban interesados en aquella carrera, lo cual me ponía sobre aviso, por eso no dude en llamar a Cesar para que me ayudara, necesitaba que alguien me cubriera, por si algo salia mal.

Quédate Conmigo ... Así De SimpleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora